
La agencia reguladora de salud de Brasil, Anvisa, organizó el 10 de noviembre de 2025 una simulación internacional de “mesa de trabajo” para poner a prueba su capacidad de detectar y contener amenazas sanitarias transfronterizas en aeropuertos y puertos marítimos. El ejercicio de dos días, realizado en colaboración con la Coalición para Innovaciones en Preparación para Epidemias (CEPI), reunió a funcionarios de los ministerios de Salud, Justicia (Policía Federal) y Puertos y Aeropuertos, así como a concesionarios aeroportuarios de Brasilia, São Paulo y Río de Janeiro.
Los escenarios incluyeron desde un pasajero procedente de África Occidental con síntomas de fiebre hemorrágica hasta un crucero atracando en Santos con sospechas de brotes de influenza. Se desplegaron unidades móviles de triaje, escáneres térmicos y salas de cuarentena en tiempo real, mientras que los oficiales de inmigración practicaron nuevos protocolos de intercambio de datos que permiten que alertas sanitarias aparezcan automáticamente en los lectores de pasaportes.
El simulacro se realizó semanas antes de la temporada alta de viajes en verano austral, cuando se espera que las llegadas internacionales diarias superen los récords previos a la pandemia. Las lecciones aprendidas se incorporarán a las nuevas directrices sanitarias que Anvisa planea publicar a principios de diciembre, incluyendo reglas revisadas para la desinsectación de aeronaves y una aplicación simplificada de “Declaración de Salud del Viajero” que reemplazará los formularios en papel.
Para los gestores de viajes corporativos y asignaciones, el ejercicio es una señal de vigilancia continua: se esperan controles aleatorios de temperatura en los principales puntos de entrada y se debe estar preparado para mostrar comprobantes de vacunación contra la fiebre amarilla y Covid-19 si se viaja desde zonas de riesgo designadas. Las empresas que movilicen grupos grandes deberían considerar tiempos adicionales en los horarios de llegada y monitorear los boletines de Anvisa para cualquier activación real de los protocolos probados esta semana.
Los funcionarios de Anvisa enfatizaron que no se anticipan restricciones inmediatas de viaje, pero recordaron a las aerolíneas que la falta de envío de información previa de pasajeros dentro de los plazos establecidos podría acarrear multas de hasta 25.000 reales según el código sanitario brasileño.
Los escenarios incluyeron desde un pasajero procedente de África Occidental con síntomas de fiebre hemorrágica hasta un crucero atracando en Santos con sospechas de brotes de influenza. Se desplegaron unidades móviles de triaje, escáneres térmicos y salas de cuarentena en tiempo real, mientras que los oficiales de inmigración practicaron nuevos protocolos de intercambio de datos que permiten que alertas sanitarias aparezcan automáticamente en los lectores de pasaportes.
El simulacro se realizó semanas antes de la temporada alta de viajes en verano austral, cuando se espera que las llegadas internacionales diarias superen los récords previos a la pandemia. Las lecciones aprendidas se incorporarán a las nuevas directrices sanitarias que Anvisa planea publicar a principios de diciembre, incluyendo reglas revisadas para la desinsectación de aeronaves y una aplicación simplificada de “Declaración de Salud del Viajero” que reemplazará los formularios en papel.
Para los gestores de viajes corporativos y asignaciones, el ejercicio es una señal de vigilancia continua: se esperan controles aleatorios de temperatura en los principales puntos de entrada y se debe estar preparado para mostrar comprobantes de vacunación contra la fiebre amarilla y Covid-19 si se viaja desde zonas de riesgo designadas. Las empresas que movilicen grupos grandes deberían considerar tiempos adicionales en los horarios de llegada y monitorear los boletines de Anvisa para cualquier activación real de los protocolos probados esta semana.
Los funcionarios de Anvisa enfatizaron que no se anticipan restricciones inmediatas de viaje, pero recordaron a las aerolíneas que la falta de envío de información previa de pasajeros dentro de los plazos establecidos podría acarrear multas de hasta 25.000 reales según el código sanitario brasileño.








