
Controles aleatorios de fin de semana de la Bundespolizei en el cruce de Waidhaus en la autopista A6 —una de las principales vías de transporte de mercancías y viajeros entre Alemania y la República Checa— resultaron en la detención de un ciudadano checo buscado y la denegación de entrada a dos viajeros vietnamitas.
Los agentes arrestaron a un conductor checo de 38 años, reclamado por la justicia alemana por abandonar la escena de un accidente; al no poder pagar una multa de 1.500 €, comenzó a cumplir una pena alternativa de prisión. Al día siguiente, un hombre vietnamita de 35 años con una tarjeta de residencia húngara inválida fue devuelto a la República Checa, y el domingo otro pasajero vietnamita con prohibición de entrada en todo el espacio Schengen fue rechazado.
Estos casos evidencian el régimen fronterizo terrestre intensificado por Alemania desde mayo de 2025, bajo el cual más de 18.000 personas han sido rechazadas en seis meses. Los viajeros de negocios que transiten por carretera deben esperar inspecciones documentales aleatorias incluso dentro del área Schengen y asegurarse de que los permisos de residencia emitidos por otros estados miembros estén vigentes y sin alertas.
Para las empresas de logística, los retrasos siguen siendo de solo unos minutos por vehículo, pero el riesgo de detención del conductor aumenta si en las bases de datos policiales aparecen multas pendientes o prohibiciones de entrada. Las compañías podrían considerar realizar verificaciones periódicas de antecedentes a su personal transfronterizo y portar pruebas de empleo para facilitar inspecciones secundarias.
El ministro del Interior de Baviera ha elogiado la operación como prueba de que los controles fijos siguen siendo necesarios a pesar de la presión de la UE para volver a las fronteras abiertas. Una revisión federal de los resultados tras seis meses está prevista para diciembre y podría decidir si los controles se mantienen de forma semipermanente.
Los agentes arrestaron a un conductor checo de 38 años, reclamado por la justicia alemana por abandonar la escena de un accidente; al no poder pagar una multa de 1.500 €, comenzó a cumplir una pena alternativa de prisión. Al día siguiente, un hombre vietnamita de 35 años con una tarjeta de residencia húngara inválida fue devuelto a la República Checa, y el domingo otro pasajero vietnamita con prohibición de entrada en todo el espacio Schengen fue rechazado.
Estos casos evidencian el régimen fronterizo terrestre intensificado por Alemania desde mayo de 2025, bajo el cual más de 18.000 personas han sido rechazadas en seis meses. Los viajeros de negocios que transiten por carretera deben esperar inspecciones documentales aleatorias incluso dentro del área Schengen y asegurarse de que los permisos de residencia emitidos por otros estados miembros estén vigentes y sin alertas.
Para las empresas de logística, los retrasos siguen siendo de solo unos minutos por vehículo, pero el riesgo de detención del conductor aumenta si en las bases de datos policiales aparecen multas pendientes o prohibiciones de entrada. Las compañías podrían considerar realizar verificaciones periódicas de antecedentes a su personal transfronterizo y portar pruebas de empleo para facilitar inspecciones secundarias.
El ministro del Interior de Baviera ha elogiado la operación como prueba de que los controles fijos siguen siendo necesarios a pesar de la presión de la UE para volver a las fronteras abiertas. Una revisión federal de los resultados tras seis meses está prevista para diciembre y podría decidir si los controles se mantienen de forma semipermanente.








