
El Senado de Berlín ha confirmado que el centro de tránsito y registro en el aeropuerto en desuso de Tegel —la mayor instalación de alojamiento para refugiados en Alemania— será clausurado en los próximos meses. Aproximadamente 1,500 ucranianos que aún viven en tiendas y contenedores en la plataforma serán reubicados en albergues más pequeños y viviendas modulares distribuidas por toda la ciudad antes de la primavera de 2026.
Tegel se abrió pocas semanas después de la invasión rusa y gestionó más de 400,000 llegadas en el pico del flujo migratorio de 2022-23. El lugar recibió críticas de organizaciones humanitarias por el hacinamiento y las malas condiciones sanitarias, pero ofreció atención médica centralizada, voluntarios para idiomas y sistemas integrados de gestión de identidad que agilizaron la emisión de permisos de residencia.
Las autoridades municipales indican que la demanda ha caído drásticamente —el promedio diario de nuevas llegadas desde Ucrania es de 60, frente a 1,200 el año pasado— y que la descentralización del alojamiento mejorará la privacidad y fomentará los lazos comunitarios. Esta medida también allana el camino para el proyecto de remodelación “Urban Tech Republic” de 8,000 millones de euros en el antiguo aeropuerto, que incluirá un barrio residencial ecológico para 10,000 habitantes.
Para los equipos de reubicación corporativa y contratación de personal, el cierre implica que el registro inicial de empleados ucranianos se trasladará a las oficinas de bienestar social de los distritos, en lugar de realizarse en el centro integral de Tegel. Los tiempos de procesamiento podrían alargarse a menos que las empresas reserven citas con anticipación y faciliten el transporte a los centros dispersos. Además, los empleadores deben tener en cuenta que Berlín planea convertir partes del aeropuerto de Tempelhof en un centro permanente de llegada que cumplirá con los nuevos estándares de recepción de la UE previstos para mediados de 2026.
Esta política refleja una tendencia más amplia entre los Länder alemanes: los grandes campamentos de emergencia están siendo reemplazados por instalaciones más pequeñas y de largo plazo, integradas en los mercados locales de vivienda. Los gestores de movilidad deben ajustar sus listas de verificación para la incorporación y preparar a los trasladados sobre los cambios en los procedimientos de llegada.
Tegel se abrió pocas semanas después de la invasión rusa y gestionó más de 400,000 llegadas en el pico del flujo migratorio de 2022-23. El lugar recibió críticas de organizaciones humanitarias por el hacinamiento y las malas condiciones sanitarias, pero ofreció atención médica centralizada, voluntarios para idiomas y sistemas integrados de gestión de identidad que agilizaron la emisión de permisos de residencia.
Las autoridades municipales indican que la demanda ha caído drásticamente —el promedio diario de nuevas llegadas desde Ucrania es de 60, frente a 1,200 el año pasado— y que la descentralización del alojamiento mejorará la privacidad y fomentará los lazos comunitarios. Esta medida también allana el camino para el proyecto de remodelación “Urban Tech Republic” de 8,000 millones de euros en el antiguo aeropuerto, que incluirá un barrio residencial ecológico para 10,000 habitantes.
Para los equipos de reubicación corporativa y contratación de personal, el cierre implica que el registro inicial de empleados ucranianos se trasladará a las oficinas de bienestar social de los distritos, en lugar de realizarse en el centro integral de Tegel. Los tiempos de procesamiento podrían alargarse a menos que las empresas reserven citas con anticipación y faciliten el transporte a los centros dispersos. Además, los empleadores deben tener en cuenta que Berlín planea convertir partes del aeropuerto de Tempelhof en un centro permanente de llegada que cumplirá con los nuevos estándares de recepción de la UE previstos para mediados de 2026.
Esta política refleja una tendencia más amplia entre los Länder alemanes: los grandes campamentos de emergencia están siendo reemplazados por instalaciones más pequeñas y de largo plazo, integradas en los mercados locales de vivienda. Los gestores de movilidad deben ajustar sus listas de verificación para la incorporación y preparar a los trasladados sobre los cambios en los procedimientos de llegada.





