
Una flotilla de 60 líderes indígenas de toda América Latina llegó a Belém el 9 de noviembre tras un viaje fluvial de un mes y 4.000 kilómetros que comenzó en un glaciar andino. Aunque cargado de simbolismo, este recorrido por el río también pone a prueba en la práctica la infraestructura fronteriza y de recepción de Brasil, apenas horas antes de la apertura oficial de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP30).
Agentes de la Policía Federal, reforzados la semana pasada con 40 oficiales de inmigración adicionales trasladados desde Brasilia, procesaron a las delegaciones en un puesto flotante instalado en el puerto de pasajeros de Belém. Según las autoridades, este puesto móvil, equipado con lectores biométricos y conexión satelital, puede tramitar hasta 250 pasaportes por hora, una capacidad que será necesaria ante la llegada de unos 50.000 visitantes acreditados a la capital amazónica durante las próximas dos semanas.
La mayoría de los integrantes de la flotilla ingresaron bajo la nueva categoría de visa electrónica (e-visa) para la COP30, lanzada en julio para agilizar la emisión de documentos a participantes de países que requieren visa. Según el Ministerio de Relaciones Exteriores, la demanda de esta visa especial se cuadruplicó en la última semana, y los tiempos promedio de procesamiento se redujeron de diez a cuatro días gracias a una herramienta automatizada de evaluación de riesgos implementada por el proveedor estatal de tecnología SERPRO.
Para las multinacionales que trasladan personal a Belém, este episodio es un recordatorio para finalizar los manifiestos de viaje con anticipación y monitorear posibles interrupciones en el transporte fluvial. Empresas de logística reportan un aumento del 35 % en vuelos chárter por los ríos Amazonas y Tapajós, mientras que las aseguradoras han añadido cláusulas temporales que cubren retrasos por protestas climáticas.
El rápido trámite de la caravana indígena es una señal positiva, pero las autoridades reconocen que los días de mayor afluencia —del 11 al 13 de noviembre— serán más complicados. Se han instalado quioscos electrónicos adicionales en el aeropuerto Val-de-Cans, aunque por ahora solo son compatibles con pasaportes electrónicos brasileños. Las empresas deben informar a los expatriados con pasaportes electrónicos extranjeros que esperen inspección manual y que consideren tiempo extra.
Agentes de la Policía Federal, reforzados la semana pasada con 40 oficiales de inmigración adicionales trasladados desde Brasilia, procesaron a las delegaciones en un puesto flotante instalado en el puerto de pasajeros de Belém. Según las autoridades, este puesto móvil, equipado con lectores biométricos y conexión satelital, puede tramitar hasta 250 pasaportes por hora, una capacidad que será necesaria ante la llegada de unos 50.000 visitantes acreditados a la capital amazónica durante las próximas dos semanas.
La mayoría de los integrantes de la flotilla ingresaron bajo la nueva categoría de visa electrónica (e-visa) para la COP30, lanzada en julio para agilizar la emisión de documentos a participantes de países que requieren visa. Según el Ministerio de Relaciones Exteriores, la demanda de esta visa especial se cuadruplicó en la última semana, y los tiempos promedio de procesamiento se redujeron de diez a cuatro días gracias a una herramienta automatizada de evaluación de riesgos implementada por el proveedor estatal de tecnología SERPRO.
Para las multinacionales que trasladan personal a Belém, este episodio es un recordatorio para finalizar los manifiestos de viaje con anticipación y monitorear posibles interrupciones en el transporte fluvial. Empresas de logística reportan un aumento del 35 % en vuelos chárter por los ríos Amazonas y Tapajós, mientras que las aseguradoras han añadido cláusulas temporales que cubren retrasos por protestas climáticas.
El rápido trámite de la caravana indígena es una señal positiva, pero las autoridades reconocen que los días de mayor afluencia —del 11 al 13 de noviembre— serán más complicados. Se han instalado quioscos electrónicos adicionales en el aeropuerto Val-de-Cans, aunque por ahora solo son compatibles con pasaportes electrónicos brasileños. Las empresas deben informar a los expatriados con pasaportes electrónicos extranjeros que esperen inspección manual y que consideren tiempo extra.








