
El operador de transporte público STIB-MIVB anunció el 10 de noviembre que los servicios de metro, tranvía y autobús en Bruselas se verán “significativamente reducidos” durante una huelga general de tres días prevista del 24 al 26 de noviembre.
La huelga, organizada por varios sindicatos en protesta contra las reformas de las pensiones, podría afectar también al ferrocarril regional y a las operaciones en tierra del aeropuerto, agravando la reciente incertidumbre causada por drones. Aunque la empresa espera mantener una red mínima en funcionamiento, instó a los viajeros a buscar alternativas como bicicletas compartidas, taxis y aplicaciones de coche compartido.
Para los gestores de movilidad global, el momento es complicado: la huelga comienza un domingo, coincidiendo con rotaciones corporativas de expatriados y picos de carga por Black Friday. Las empresas deberían avisar a su personal para que prevean traslados más largos al aeropuerto, reserven taxis con antelación y consideren el teletrabajo o alojamientos temporales cerca de las oficinas.
Históricamente, las huelgas en Bélgica han reducido el servicio de STIB hasta un 20 % de su capacidad habitual y han provocado recortes en los horarios de aerolíneas en el Aeropuerto de Bruselas. Los departamentos de RR. HH. deberían revisar las cláusulas de fuerza mayor en las políticas de viaje y actualizar las listas de contacto de quienes estén desplazados en Bélgica durante ese periodo.
Los líderes sindicales afirman que la huelga podría cancelarse si el gobierno retira los planes de aumentar la edad de jubilación, pero las negociaciones siguen estancadas. Por ello, los empleadores deben prepararse para una interrupción total y seguir las actualizaciones de STIB a diario.
La huelga, organizada por varios sindicatos en protesta contra las reformas de las pensiones, podría afectar también al ferrocarril regional y a las operaciones en tierra del aeropuerto, agravando la reciente incertidumbre causada por drones. Aunque la empresa espera mantener una red mínima en funcionamiento, instó a los viajeros a buscar alternativas como bicicletas compartidas, taxis y aplicaciones de coche compartido.
Para los gestores de movilidad global, el momento es complicado: la huelga comienza un domingo, coincidiendo con rotaciones corporativas de expatriados y picos de carga por Black Friday. Las empresas deberían avisar a su personal para que prevean traslados más largos al aeropuerto, reserven taxis con antelación y consideren el teletrabajo o alojamientos temporales cerca de las oficinas.
Históricamente, las huelgas en Bélgica han reducido el servicio de STIB hasta un 20 % de su capacidad habitual y han provocado recortes en los horarios de aerolíneas en el Aeropuerto de Bruselas. Los departamentos de RR. HH. deberían revisar las cláusulas de fuerza mayor en las políticas de viaje y actualizar las listas de contacto de quienes estén desplazados en Bélgica durante ese periodo.
Los líderes sindicales afirman que la huelga podría cancelarse si el gobierno retira los planes de aumentar la edad de jubilación, pero las negociaciones siguen estancadas. Por ello, los empleadores deben prepararse para una interrupción total y seguir las actualizaciones de STIB a diario.





