El 9 de noviembre, la Asociación Canadiense de Abogados de Inmigración (CILA) instó públicamente al gobierno federal a abandonar cualquier plan de eximir los requisitos de elegibilidad para hasta 450,000 solicitudes de visa de visitante que están estancadas en el inventario de procesamiento de IRCC. Esta declaración surge tras la filtración de un borrador de memo que sugería que Ottawa podría procesar en bloque o aprobar masivamente los expedientes de visas de residente temporal (TRV) para reducir la cola.
CILA advierte que las exenciones generales socavarían la confianza pública, aumentarían los casos de permanencia ilegal y trabajo sin autorización, y elevarían las solicitudes de refugio. En cambio, el grupo recomienda reforzar el personal, mejorar las herramientas de comunicación y procesar simultáneamente las renovaciones y extensiones de TRV para liberar recursos.
![Abogados de inmigración canadienses advierten sobre renunciar a los requisitos de visa de visitante para eliminar el retraso acumulado]()
Para las empresas que dependen de visitantes a corto plazo, como técnicos o capacitadores, la propuesta prometía aprobaciones más rápidas, pero también generaba incertidumbre sobre la aplicación futura de las normas. Los abogados señalan que las exenciones masivas podrían desencadenar controles posteriores de cumplimiento, ya que los oficiales fronterizos examinarían la intención de salir de Canadá. Por ello, las organizaciones deben seguir preparando toda la documentación de respaldo, incluso si se adopta una medida de vía rápida.
El debate pone de relieve la presión que enfrenta IRCC, con inventarios de residentes temporales que superan los dos millones de expedientes. Cualquier decisión de relajar las reglas de elegibilidad representaría un cambio significativo respecto a la tendencia de endurecimiento observada en las cancelaciones de permisos de trabajo y los límites en visas de estudiantes, lo que indica que los equipos de movilidad deben monitorear de cerca las señales de política.
CILA advierte que las exenciones generales socavarían la confianza pública, aumentarían los casos de permanencia ilegal y trabajo sin autorización, y elevarían las solicitudes de refugio. En cambio, el grupo recomienda reforzar el personal, mejorar las herramientas de comunicación y procesar simultáneamente las renovaciones y extensiones de TRV para liberar recursos.
Para las empresas que dependen de visitantes a corto plazo, como técnicos o capacitadores, la propuesta prometía aprobaciones más rápidas, pero también generaba incertidumbre sobre la aplicación futura de las normas. Los abogados señalan que las exenciones masivas podrían desencadenar controles posteriores de cumplimiento, ya que los oficiales fronterizos examinarían la intención de salir de Canadá. Por ello, las organizaciones deben seguir preparando toda la documentación de respaldo, incluso si se adopta una medida de vía rápida.
El debate pone de relieve la presión que enfrenta IRCC, con inventarios de residentes temporales que superan los dos millones de expedientes. Cualquier decisión de relajar las reglas de elegibilidad representaría un cambio significativo respecto a la tendencia de endurecimiento observada en las cancelaciones de permisos de trabajo y los límites en visas de estudiantes, lo que indica que los equipos de movilidad deben monitorear de cerca las señales de política.
