
La democracia participativa fue protagonista en Palermo el 8 de noviembre, cuando el programa internacional "Ciudades como agentes de cambio en la política europea de asilo y migración" organizó una asamblea ciudadana en la Piazza Magione. Residentes locales, migrantes, urbanistas y representantes de ONG debatieron cómo los municipios pueden influir en los procedimientos de asilo de la UE, centrándose en la capacidad de acogida, la escasez de vivienda y la implementación en 2026 del Sistema de Entrada/Salida (EES).
La asamblea, parte de un festival de tres días que combinó arte público, performances gastronómicas y laboratorios de políticas, adoptó un manifiesto que insta a Roma a otorgar a los alcaldes un papel formal en la selección de ubicaciones para nuevos centros de acogida y a asignar una parte fija del presupuesto nacional de migración directamente a los ayuntamientos. Los participantes también pidieron permisos de trabajo acelerados para solicitantes de asilo en sectores con tasas de vacantes superiores al 5%, siguiendo el ejemplo de recientes reformas en Alemania.
Por qué es importante para la movilidad laboral: el ajustado mercado laboral italiano implica que un acceso más rápido al empleo para solicitantes de asilo podría ampliar la oferta de talento en logística, hostelería y cuidado de personas mayores. De adoptarse, las propuestas del manifiesto acortarían el periodo durante el cual los solicitantes de asilo tienen prohibido trabajar formalmente (actualmente seis meses) y reducirían la dependencia de mano de obra temporal.
Desde el punto de vista del cumplimiento normativo, las empresas deben vigilar cómo las autoridades locales podrían introducir requisitos de integración a nivel municipal —como cursos de idioma obligatorios— como condición previa para el empleo. Los equipos de recursos humanos podrían necesitar presupuestar ayudas para formación lingüística o coordinarse con los servicios municipales integrados para obtener la documentación necesaria.
Los organizadores presentarán el manifiesto al Ministerio del Interior y al comité LIBE del Parlamento Europeo en Bruselas la próxima primavera, posicionando a Palermo como un laboratorio para la gobernanza migratoria impulsada desde las ciudades.
La asamblea, parte de un festival de tres días que combinó arte público, performances gastronómicas y laboratorios de políticas, adoptó un manifiesto que insta a Roma a otorgar a los alcaldes un papel formal en la selección de ubicaciones para nuevos centros de acogida y a asignar una parte fija del presupuesto nacional de migración directamente a los ayuntamientos. Los participantes también pidieron permisos de trabajo acelerados para solicitantes de asilo en sectores con tasas de vacantes superiores al 5%, siguiendo el ejemplo de recientes reformas en Alemania.
Por qué es importante para la movilidad laboral: el ajustado mercado laboral italiano implica que un acceso más rápido al empleo para solicitantes de asilo podría ampliar la oferta de talento en logística, hostelería y cuidado de personas mayores. De adoptarse, las propuestas del manifiesto acortarían el periodo durante el cual los solicitantes de asilo tienen prohibido trabajar formalmente (actualmente seis meses) y reducirían la dependencia de mano de obra temporal.
Desde el punto de vista del cumplimiento normativo, las empresas deben vigilar cómo las autoridades locales podrían introducir requisitos de integración a nivel municipal —como cursos de idioma obligatorios— como condición previa para el empleo. Los equipos de recursos humanos podrían necesitar presupuestar ayudas para formación lingüística o coordinarse con los servicios municipales integrados para obtener la documentación necesaria.
Los organizadores presentarán el manifiesto al Ministerio del Interior y al comité LIBE del Parlamento Europeo en Bruselas la próxima primavera, posicionando a Palermo como un laboratorio para la gobernanza migratoria impulsada desde las ciudades.








