
El nuevo Sistema Biométrico de Entrada/Salida (EES) de la Unión Europea entró en funcionamiento el 12 de octubre, iniciando un despliegue gradual de seis meses que reemplazará el sellado manual de pasaportes para visitantes no pertenecientes a la UE. Bajo este nuevo sistema, los viajeros primerizos deberán registrar sus huellas dactilares y una imagen facial; en visitas posteriores, se realizará una verificación automática contra el perfil biométrico almacenado.
El Aeropuerto de Viena ha instalado 24 quioscos de autoservicio cerca de las puertas de llegada fuera del espacio Schengen y recomienda a las aerolíneas que aconsejen a los pasajeros llegar 30 minutos antes hasta que se familiaricen con el proceso. Austrian Airlines informa que las filas en las primeras horas de la mañana en momentos de mayor afluencia se han alargado hasta 12 minutos, pero se están estabilizando a medida que el personal de tierra optimiza el flujo de pasajeros.
Para los gestores de movilidad, el EES introduce un cálculo automatizado de excedencia de estancia, lo que significa que los empleados que superen el límite de 90/180 días en el espacio Schengen serán detectados al instante. Las empresas deben auditar los historiales de viaje y, si es necesario, solicitar permisos nacionales o ajustar los calendarios de rotación.
Este sistema es un requisito previo para ETIAS, la autorización electrónica de viaje de la UE para nacionales exentos de visa, cuya implementación se espera para finales de 2026. Los datos capturados por el EES alimentarán directamente los algoritmos de evaluación de riesgo de ETIAS, por lo que la precisión en el momento del registro es fundamental.
El Ministerio del Interior de Austria señala que los datos personales se conservarán durante tres años después de la última salida y se almacenarán en servidores a nivel europeo accesibles para Frontex y las agencias de seguridad. Los organismos de protección de la privacidad han pedido mayores garantías, pero los grupos empresariales apoyan en general la modernización, destacando una agilización en el paso por los controles electrónicos una vez que los pasajeros estén registrados.
El Aeropuerto de Viena ha instalado 24 quioscos de autoservicio cerca de las puertas de llegada fuera del espacio Schengen y recomienda a las aerolíneas que aconsejen a los pasajeros llegar 30 minutos antes hasta que se familiaricen con el proceso. Austrian Airlines informa que las filas en las primeras horas de la mañana en momentos de mayor afluencia se han alargado hasta 12 minutos, pero se están estabilizando a medida que el personal de tierra optimiza el flujo de pasajeros.
Para los gestores de movilidad, el EES introduce un cálculo automatizado de excedencia de estancia, lo que significa que los empleados que superen el límite de 90/180 días en el espacio Schengen serán detectados al instante. Las empresas deben auditar los historiales de viaje y, si es necesario, solicitar permisos nacionales o ajustar los calendarios de rotación.
Este sistema es un requisito previo para ETIAS, la autorización electrónica de viaje de la UE para nacionales exentos de visa, cuya implementación se espera para finales de 2026. Los datos capturados por el EES alimentarán directamente los algoritmos de evaluación de riesgo de ETIAS, por lo que la precisión en el momento del registro es fundamental.
El Ministerio del Interior de Austria señala que los datos personales se conservarán durante tres años después de la última salida y se almacenarán en servidores a nivel europeo accesibles para Frontex y las agencias de seguridad. Los organismos de protección de la privacidad han pedido mayores garantías, pero los grupos empresariales apoyan en general la modernización, destacando una agilización en el paso por los controles electrónicos una vez que los pasajeros estén registrados.









