
El Ministerio de Asuntos Exteriores de China confirmó el 4 de noviembre que los ciudadanos de Austria y otros seis países de la UE podrán seguir entrando a China sin visado por hasta 30 días, hasta el 31 de diciembre de 2026. Esta exención, que se introdujo inicialmente como piloto en marzo de 2024, estaba prevista para expirar a finales de 2025, pero se ha prorrogado para ofrecer mayor seguridad a las empresas en su planificación.
Antes de esta exención, los directivos austriacos que supervisaban líneas de producción en Suzhou o negociaban contratos de suministro en Shenzhen tenían que enviar sus pasaportes a Viena o Múnich, pagar alrededor de 140 € en tasas y esperar ocho días hábiles. Según Raiffeisen Research, las llegadas de empresarios austriacos a China aumentaron un 51 % en los primeros tres trimestres de 2025, alcanzando el 83 % de los niveles de 2019.
Junto con la prórroga, Pekín introducirá a partir del 20 de noviembre una tarjeta digital de llegada opcional, que los pasajeros podrán enviar a través de una app móvil antes de aterrizar, como parte de una transición gradual hacia un proceso fronterizo completamente sin papel. El personal fronterizo asegura que esto reducirá entre tres y cinco minutos el tiempo de trámite en puntos clave como Shanghai-Pudong.
Los gestores de viajes en Austria deben actualizar sus sistemas internos: la exención no se “reinicia” con una breve visita a Hong Kong o Macao, y las estancias prolongadas siguen conllevando multas elevadas. Además, las multinacionales deben tener en cuenta que el periodo de 30 días cubre toda la China continental, por lo que una excursión de un día a Shenzhen desde Hong Kong cuenta dentro del total.
Los responsables turísticos de Tirol y Salzburgo celebran la decisión, anticipando un repunte de viajeros chinos independientes de alto poder adquisitivo en las estaciones de esquí alpinas durante el invierno 2025-26. La Oficina Nacional de Turismo de Austria planea una campaña de marketing de 2 millones de euros a mediados de 2026 para aprovechar este impulso.
Antes de esta exención, los directivos austriacos que supervisaban líneas de producción en Suzhou o negociaban contratos de suministro en Shenzhen tenían que enviar sus pasaportes a Viena o Múnich, pagar alrededor de 140 € en tasas y esperar ocho días hábiles. Según Raiffeisen Research, las llegadas de empresarios austriacos a China aumentaron un 51 % en los primeros tres trimestres de 2025, alcanzando el 83 % de los niveles de 2019.
Junto con la prórroga, Pekín introducirá a partir del 20 de noviembre una tarjeta digital de llegada opcional, que los pasajeros podrán enviar a través de una app móvil antes de aterrizar, como parte de una transición gradual hacia un proceso fronterizo completamente sin papel. El personal fronterizo asegura que esto reducirá entre tres y cinco minutos el tiempo de trámite en puntos clave como Shanghai-Pudong.
Los gestores de viajes en Austria deben actualizar sus sistemas internos: la exención no se “reinicia” con una breve visita a Hong Kong o Macao, y las estancias prolongadas siguen conllevando multas elevadas. Además, las multinacionales deben tener en cuenta que el periodo de 30 días cubre toda la China continental, por lo que una excursión de un día a Shenzhen desde Hong Kong cuenta dentro del total.
Los responsables turísticos de Tirol y Salzburgo celebran la decisión, anticipando un repunte de viajeros chinos independientes de alto poder adquisitivo en las estaciones de esquí alpinas durante el invierno 2025-26. La Oficina Nacional de Turismo de Austria planea una campaña de marketing de 2 millones de euros a mediados de 2026 para aprovechar este impulso.








