
En un decreto publicado el 5 de noviembre, el Ministerio del Interior de Austria renovó discretamente los controles temporales en sus fronteras norte con Eslovaquia y la República Checa por casi un año más, extendiendo la fecha de vencimiento hasta el 15 de octubre de 2025. Aunque la autorización anterior aún tenía meses de vigencia, Viena asegura que la renovación anticipada brinda seguridad jurídica para los despliegues policiales y para las empresas de logística que planifican sus horarios de verano.
Todos los viajeros, incluidos los ciudadanos de la UE, deben seguir utilizando los puntos de control designados donde se inspeccionan documentos de identidad y vehículos. Los transportistas reportan esperas de hasta 45 minutos en el cruce Kittsee–Jarovce, pero las autoridades aseguran que la medida ha reducido los casos de tráfico de personas “casi a cero”. La extensión pone a Austria en línea con Alemania, Polonia e Italia, que también han prolongado los controles internos del espacio Schengen en medio de tensiones geopolíticas y fluctuaciones en el número de solicitudes de asilo.
Los sectores empresariales están divididos. La Cámara de Comercio de Austria sostiene que los controles previsibles son preferibles a las inspecciones aleatorias, ya que permiten a los transportistas incluir retrasos en sus ventanas de entrega. Por su parte, los proveedores de la industria automotriz en Alta Austria discrepan, argumentando que la producción justo a tiempo se ve afectada y piden un ‘Carril Verde’ para operadores certificados de bajo riesgo.
Para los trabajadores transfronterizos, estimados en 15,000 diarios, el principal problema siguen siendo las filas en las horas pico de la tarde; los departamentos de recursos humanos están actualizando los horarios de turnos y recomendando salidas anticipadas. El decreto también autoriza patrullas móviles hasta 30 km dentro del territorio austriaco, por lo que las empresas deben recordar al personal llevar siempre una identificación válida.
El Ministerio del Interior revisará el acuerdo en la primavera de 2026, aunque fuentes internas admiten que los controles probablemente se mantendrán mientras las rutas de migración irregular sigan cambiando en Europa Central.
Todos los viajeros, incluidos los ciudadanos de la UE, deben seguir utilizando los puntos de control designados donde se inspeccionan documentos de identidad y vehículos. Los transportistas reportan esperas de hasta 45 minutos en el cruce Kittsee–Jarovce, pero las autoridades aseguran que la medida ha reducido los casos de tráfico de personas “casi a cero”. La extensión pone a Austria en línea con Alemania, Polonia e Italia, que también han prolongado los controles internos del espacio Schengen en medio de tensiones geopolíticas y fluctuaciones en el número de solicitudes de asilo.
Los sectores empresariales están divididos. La Cámara de Comercio de Austria sostiene que los controles previsibles son preferibles a las inspecciones aleatorias, ya que permiten a los transportistas incluir retrasos en sus ventanas de entrega. Por su parte, los proveedores de la industria automotriz en Alta Austria discrepan, argumentando que la producción justo a tiempo se ve afectada y piden un ‘Carril Verde’ para operadores certificados de bajo riesgo.
Para los trabajadores transfronterizos, estimados en 15,000 diarios, el principal problema siguen siendo las filas en las horas pico de la tarde; los departamentos de recursos humanos están actualizando los horarios de turnos y recomendando salidas anticipadas. El decreto también autoriza patrullas móviles hasta 30 km dentro del territorio austriaco, por lo que las empresas deben recordar al personal llevar siempre una identificación válida.
El Ministerio del Interior revisará el acuerdo en la primavera de 2026, aunque fuentes internas admiten que los controles probablemente se mantendrán mientras las rutas de migración irregular sigan cambiando en Europa Central.









