
La Unidad de Extradición de An Garda Síochána concluyó una operación nacional de tres días el 5 de noviembre y anunció los resultados el 7 de noviembre de 2025. Once hombres buscados por órdenes europeas e internacionales fueron arrestados en Dublín, Cavan, Meath y Monaghan por delitos que van desde intento de asesinato y tráfico de drogas a gran escala hasta trata de personas y facilitación de inmigración ilegal.
La redada coordinada, apoyada por la Oficina Nacional de Investigación Criminal de Garda, se realizó tras un aumento en el intercambio de inteligencia a través de Europol y la Fuerza de Tarea Conjunta Reino Unido-Irlanda. Entre los detenidos se encuentra un ciudadano albanés acusado de organizar cruces ilegales hacia Irlanda mediante rutas de ferry, y un sospechoso lituano buscado por traficar mujeres a través del Aeropuerto de Dublín utilizando visados Schengen falsificados.
Los 11 comparecieron ante el Tribunal Superior el mismo día; las audiencias de extradición están programadas para las próximas dos semanas. El ministro de Justicia, Jim O’Callaghan, celebró los arrestos, afirmando que Irlanda “no será un refugio para criminales que socaven la integridad de nuestro sistema migratorio”. La operación subraya la postura más estricta de Irlanda frente a los movimientos secundarios de nacionales no pertenecientes a la UE, tras un récord de solicitudes de asilo en 2024.
Para los empleadores, especialmente en agricultura, hostelería y construcción —sectores que habitualmente patrocinan permisos para no pertenecientes al EEE— el mensaje es que los controles de cumplimiento se están intensificando. Los asesores legales recomiendan a las empresas revisar la documentación de derecho a trabajar y los procesos de diligencia debida con proveedores para evitar vínculos involuntarios con redes de trata. Los equipos de movilidad también deben recordar a los trabajadores extranjeros asignados la obligación de portar documentos de permiso válidos al viajar dentro de Irlanda.
La redada coordinada, apoyada por la Oficina Nacional de Investigación Criminal de Garda, se realizó tras un aumento en el intercambio de inteligencia a través de Europol y la Fuerza de Tarea Conjunta Reino Unido-Irlanda. Entre los detenidos se encuentra un ciudadano albanés acusado de organizar cruces ilegales hacia Irlanda mediante rutas de ferry, y un sospechoso lituano buscado por traficar mujeres a través del Aeropuerto de Dublín utilizando visados Schengen falsificados.
Los 11 comparecieron ante el Tribunal Superior el mismo día; las audiencias de extradición están programadas para las próximas dos semanas. El ministro de Justicia, Jim O’Callaghan, celebró los arrestos, afirmando que Irlanda “no será un refugio para criminales que socaven la integridad de nuestro sistema migratorio”. La operación subraya la postura más estricta de Irlanda frente a los movimientos secundarios de nacionales no pertenecientes a la UE, tras un récord de solicitudes de asilo en 2024.
Para los empleadores, especialmente en agricultura, hostelería y construcción —sectores que habitualmente patrocinan permisos para no pertenecientes al EEE— el mensaje es que los controles de cumplimiento se están intensificando. Los asesores legales recomiendan a las empresas revisar la documentación de derecho a trabajar y los procesos de diligencia debida con proveedores para evitar vínculos involuntarios con redes de trata. Los equipos de movilidad también deben recordar a los trabajadores extranjeros asignados la obligación de portar documentos de permiso válidos al viajar dentro de Irlanda.










