
En la operación de expulsión más contundente desde que se endurecieron las normas a finales de 2022, el Departamento de Inmigración de Hong Kong (ImmD) confirmó que seis hombres paquistaníes, cuyos pedidos de asilo fueron rechazados, fueron deportados de la ciudad entre el 6 y 7 de noviembre bajo la operación “Expel”. Debido a la ausencia de vuelos comerciales directos a Pakistán, los oficiales fletaron un vuelo desde Hong Kong hasta el Aeropuerto Internacional Guangzhou Baiyun y luego abordaron un vuelo de conexión a Pakistán, escoltando a los hombres durante todo el trayecto. ImmD asegura que este método ahorró tiempo de tránsito y redujo costos en comparación con expulsiones anteriores que requerían múltiples etapas.
Los seis individuos habían cumplido previamente condenas en prisiones de Hong Kong y se habían resistido a intentos anteriores de deportación. Según la política actualizada de expulsión de la ciudad, los solicitantes pueden ser deportados una vez que se desestime su última apelación judicial, y el ImmD ahora coordina directamente con los gobiernos de origen y las aerolíneas para reservar asientos o gestionar vuelos chárter.
Hong Kong enfrenta un retraso en la tramitación de solicitudes de no devolución, muchas de las cuales provienen de trabajadoras domésticas extranjeras que han excedido su estadía y migrantes irregulares. Las autoridades sostienen que una repatriación rápida es clave para disuadir el abuso del sistema y liberar capacidad en los centros de detención. Organizaciones de derechos humanos han criticado el uso de la fuerza y las limitadas vías legales para los solicitantes rechazados, pero los sectores empresariales han valorado positivamente la agilización, argumentando que reduce las presiones de seguridad y presupuesto en los puntos de control.
Para las empresas multinacionales, esta postura más estricta subraya la importancia de mantener un estricto cumplimiento migratorio tanto para los empleados transferidos como para sus dependientes. Las compañías podrían enfrentar un mayor escrutinio si un empleado excede su estadía, por lo que se recomienda revisar los protocolos de salida para el personal cuyos visados de trabajo no serán renovados.
Los seis individuos habían cumplido previamente condenas en prisiones de Hong Kong y se habían resistido a intentos anteriores de deportación. Según la política actualizada de expulsión de la ciudad, los solicitantes pueden ser deportados una vez que se desestime su última apelación judicial, y el ImmD ahora coordina directamente con los gobiernos de origen y las aerolíneas para reservar asientos o gestionar vuelos chárter.
Hong Kong enfrenta un retraso en la tramitación de solicitudes de no devolución, muchas de las cuales provienen de trabajadoras domésticas extranjeras que han excedido su estadía y migrantes irregulares. Las autoridades sostienen que una repatriación rápida es clave para disuadir el abuso del sistema y liberar capacidad en los centros de detención. Organizaciones de derechos humanos han criticado el uso de la fuerza y las limitadas vías legales para los solicitantes rechazados, pero los sectores empresariales han valorado positivamente la agilización, argumentando que reduce las presiones de seguridad y presupuesto en los puntos de control.
Para las empresas multinacionales, esta postura más estricta subraya la importancia de mantener un estricto cumplimiento migratorio tanto para los empleados transferidos como para sus dependientes. Las compañías podrían enfrentar un mayor escrutinio si un empleado excede su estadía, por lo que se recomienda revisar los protocolos de salida para el personal cuyos visados de trabajo no serán renovados.









