
La temporada de viajes de invierno en Finlandia enfrentará más turbulencias tras el anuncio de una serie de huelgas de un día por parte de la Asociación Finlandesa de Pilotos de Aerolíneas (SLL) y el sindicato industrial Teollisuusliitto, que comenzarán el 4 de diciembre. La agencia rusa AK&M informó sobre esta situación el 9 de noviembre, señalando que Finnair ya ha cancelado preventivamente 300 vuelos programados para el 9 y 13 de diciembre, afectando a unos 39,000 pasajeros.
El conflicto principal gira en torno al aumento salarial. La Organización Central de Sindicatos Finlandeses (SAK) exige un incremento del 10 % en dos años para compensar la pérdida de poder adquisitivo causada por la inflación. Por su parte, el grupo empresarial Palta y Finnair consideran que esta cifra es poco realista, citando la frágil situación financiera de la aerolínea tras dos años de desvíos en el espacio aéreo alrededor de Rusia.
La acción industrial no se limitará al sector aéreo. Los miembros de Teollisuusliitto planean seis paros adicionales de 24 horas en unas 200 plantas del sector tecnológico. Aunque estas huelgas afectan principalmente a la manufactura, los gestores de movilidad global deben anticipar un impacto indirecto: la capacidad de carga en las bodegas de Finnair se reducirá y los viajeros podrían enfrentar problemas continuos con la reubicación de aeronaves debido a la negativa de los pilotos a hacer horas extras.
Finavia y el Ministerio de Transporte han activado un grupo nacional de coordinación de crisis para mantener al menos un programa mínimo de vuelos. Las medidas de contingencia incluyen el alquiler de aviones con tripulaciones extranjeras, la priorización de rutas críticas de largo recorrido hacia Tokio, Seúl y Nueva York, y la negociación de exenciones limitadas a la huelga para vuelos de evacuación médica.
Los responsables de recursos humanos y de viajes deben revisar de inmediato los itinerarios de diciembre, reprogramar los viajes urgentes y comunicar opciones alternativas de ruta (por ejemplo, vía Estocolmo o ferris a Tallin más vuelos de conexión). Las empresas con trabajadores desplazados que regresen a casa por las fiestas podrían necesitar organizar alojamiento temporal si los tramos de regreso coinciden con los días de huelga.
El conflicto principal gira en torno al aumento salarial. La Organización Central de Sindicatos Finlandeses (SAK) exige un incremento del 10 % en dos años para compensar la pérdida de poder adquisitivo causada por la inflación. Por su parte, el grupo empresarial Palta y Finnair consideran que esta cifra es poco realista, citando la frágil situación financiera de la aerolínea tras dos años de desvíos en el espacio aéreo alrededor de Rusia.
La acción industrial no se limitará al sector aéreo. Los miembros de Teollisuusliitto planean seis paros adicionales de 24 horas en unas 200 plantas del sector tecnológico. Aunque estas huelgas afectan principalmente a la manufactura, los gestores de movilidad global deben anticipar un impacto indirecto: la capacidad de carga en las bodegas de Finnair se reducirá y los viajeros podrían enfrentar problemas continuos con la reubicación de aeronaves debido a la negativa de los pilotos a hacer horas extras.
Finavia y el Ministerio de Transporte han activado un grupo nacional de coordinación de crisis para mantener al menos un programa mínimo de vuelos. Las medidas de contingencia incluyen el alquiler de aviones con tripulaciones extranjeras, la priorización de rutas críticas de largo recorrido hacia Tokio, Seúl y Nueva York, y la negociación de exenciones limitadas a la huelga para vuelos de evacuación médica.
Los responsables de recursos humanos y de viajes deben revisar de inmediato los itinerarios de diciembre, reprogramar los viajes urgentes y comunicar opciones alternativas de ruta (por ejemplo, vía Estocolmo o ferris a Tallin más vuelos de conexión). Las empresas con trabajadores desplazados que regresen a casa por las fiestas podrían necesitar organizar alojamiento temporal si los tramos de regreso coinciden con los días de huelga.









