
Temprano, el 9 de noviembre de 2025, la policía ordenó la evacuación de la estación principal de Osnabrück y sus alrededores tras el hallazgo de municiones de la Segunda Guerra Mundial durante trabajos de construcción en el barrio Lokviertel. Deutsche Bahn suspendió todos los servicios en el concurrido corredor norte-sur desde las 07:00 hasta la tarde, mientras especialistas en desactivación de explosivos realizaban operaciones controladas.
Los trenes de larga distancia ICE e IC entre la región del Ruhr y Hamburgo fueron desviados por Hannover, lo que añadió hasta 60 minutos al tiempo de viaje. Las líneas Regional Express RE 9 y RE 62 finalizaron su recorrido en Bohmte y Löhne respectivamente, con autobuses sustituyendo a los trenes; sin embargo, debido al cordón de seguridad de un kilómetro, las paradas alternativas se trasladaron a Berliner Platz, a 15 minutos a pie para los pasajeros con equipaje.
El incidente pone de manifiesto la frecuente presencia de bombas sin explotar en suelo alemán y su impacto en la movilidad actual. La estación de Osnabrück maneja alrededor de 20,000 pasajeros en un domingo promedio, incluyendo muchos visitantes holandeses de fin de semana y trabajadores que se dirigen a las instalaciones portuarias de Bremen. El cierre coincidió con el inicio del cambio de horario de invierno, un periodo ya de por sí complicado para los planificadores ferroviarios.
Desde la perspectiva de la movilidad corporativa, la interrupción resalta la necesidad de herramientas dinámicas de política de viajes que permitan redirigir al personal de inmediato a través de otros centros ferroviarios o vuelos de corta distancia. Los gestores de viajes en Bremen y Hamburgo recomendaron a los empleados monitorear la aplicación Navigator de Deutsche Bahn y conservar todos los recibos para posibles compensaciones bajo el Reglamento Europeo de Derechos de los Pasajeros Ferroviarios 1371/2007.
Los servicios ferroviarios se reanudaron gradualmente a partir de las 18:00, tras la declaración de seguridad por parte de las autoridades. Deutsche Bahn informó que los viajeros afectados podían usar sus billetes de forma flexible hasta el 16 de noviembre o solicitar reembolsos.
Los trenes de larga distancia ICE e IC entre la región del Ruhr y Hamburgo fueron desviados por Hannover, lo que añadió hasta 60 minutos al tiempo de viaje. Las líneas Regional Express RE 9 y RE 62 finalizaron su recorrido en Bohmte y Löhne respectivamente, con autobuses sustituyendo a los trenes; sin embargo, debido al cordón de seguridad de un kilómetro, las paradas alternativas se trasladaron a Berliner Platz, a 15 minutos a pie para los pasajeros con equipaje.
El incidente pone de manifiesto la frecuente presencia de bombas sin explotar en suelo alemán y su impacto en la movilidad actual. La estación de Osnabrück maneja alrededor de 20,000 pasajeros en un domingo promedio, incluyendo muchos visitantes holandeses de fin de semana y trabajadores que se dirigen a las instalaciones portuarias de Bremen. El cierre coincidió con el inicio del cambio de horario de invierno, un periodo ya de por sí complicado para los planificadores ferroviarios.
Desde la perspectiva de la movilidad corporativa, la interrupción resalta la necesidad de herramientas dinámicas de política de viajes que permitan redirigir al personal de inmediato a través de otros centros ferroviarios o vuelos de corta distancia. Los gestores de viajes en Bremen y Hamburgo recomendaron a los empleados monitorear la aplicación Navigator de Deutsche Bahn y conservar todos los recibos para posibles compensaciones bajo el Reglamento Europeo de Derechos de los Pasajeros Ferroviarios 1371/2007.
Los servicios ferroviarios se reanudaron gradualmente a partir de las 18:00, tras la declaración de seguridad por parte de las autoridades. Deutsche Bahn informó que los viajeros afectados podían usar sus billetes de forma flexible hasta el 16 de noviembre o solicitar reembolsos.






