
La lucha de Bélgica contra las incursiones ilícitas de drones recibió un impulso este fin de semana tras la confirmación del ministro de Defensa, Theo Francken, de que un destacamento francés especializado en contra-drones llegó el 8 de noviembre. Este equipo se une a los expertos de la fuerza aérea alemana, que se desplegaron dos días antes para ayudar a detectar, rastrear y neutralizar aeronaves no tripuladas que han obligado a cierres repentinos de los aeropuertos de Bruselas, Lieja y otros en Bélgica durante la última semana.
Esta medida sigue a una serie de avistamientos coordinados de drones entre el 4 y 6 de noviembre que paralizaron decenas de vuelos de pasajeros y carga, y desviaron envíos médicos de alto valor. Las autoridades belgas creen que estos incidentes forman parte de un patrón más amplio de ataques “híbridos” destinados a generar trastornos económicos en toda Europa. Aunque los funcionarios no han señalado públicamente a ningún estado, fuentes de seguridad apuntan a tácticas similares a las usadas en otros países de la UE, donde intentos de sabotaje han sido vinculados a actores rusos.
Bajo este acuerdo de emergencia, los equipos francés y alemán se integrarán con el mando de defensa aérea de Bélgica para proporcionar capacidades móviles de interferencia por radiofrecuencia y radar alrededor de aeropuertos clave y bases militares. El gobierno también está negociando apoyo adicional del Reino Unido y los Países Bajos, reflejando la creciente preocupación regional de que la aviación comercial siga siendo un objetivo vulnerable.
Para los viajeros de negocios y gestores de movilidad, esta cooperación es una señal positiva de que Bélgica está pasando de una postura reactiva —cierres temporales de aeropuertos— a un modelo preventivo de defensa en capas. Las aerolíneas han pedido una implementación rápida, después de que Brussels Airlines informara que las alertas por drones están costando más de un millón de euros por hora en retrasos en cadena. Empresas de logística como DHL, que aún están despejando el retraso acumulado por cierres anteriores, advierten que nuevas interrupciones podrían poner en riesgo exportaciones farmacéuticas críticas en la antesala de la temporada navideña.
Implicaciones prácticas: los viajeros deben monitorear las aplicaciones de los aeropuertos para recibir actualizaciones en tiempo real, prever tiempos adicionales para conexiones y asegurarse de que sus pólizas de viaje cubran cancelaciones relacionadas con drones. Las empresas con traslados frecuentes dentro de la UE también podrían considerar rutas alternativas vía Ámsterdam o París hasta que el sistema antidrone de Bélgica esté plenamente operativo.
Esta medida sigue a una serie de avistamientos coordinados de drones entre el 4 y 6 de noviembre que paralizaron decenas de vuelos de pasajeros y carga, y desviaron envíos médicos de alto valor. Las autoridades belgas creen que estos incidentes forman parte de un patrón más amplio de ataques “híbridos” destinados a generar trastornos económicos en toda Europa. Aunque los funcionarios no han señalado públicamente a ningún estado, fuentes de seguridad apuntan a tácticas similares a las usadas en otros países de la UE, donde intentos de sabotaje han sido vinculados a actores rusos.
Bajo este acuerdo de emergencia, los equipos francés y alemán se integrarán con el mando de defensa aérea de Bélgica para proporcionar capacidades móviles de interferencia por radiofrecuencia y radar alrededor de aeropuertos clave y bases militares. El gobierno también está negociando apoyo adicional del Reino Unido y los Países Bajos, reflejando la creciente preocupación regional de que la aviación comercial siga siendo un objetivo vulnerable.
Para los viajeros de negocios y gestores de movilidad, esta cooperación es una señal positiva de que Bélgica está pasando de una postura reactiva —cierres temporales de aeropuertos— a un modelo preventivo de defensa en capas. Las aerolíneas han pedido una implementación rápida, después de que Brussels Airlines informara que las alertas por drones están costando más de un millón de euros por hora en retrasos en cadena. Empresas de logística como DHL, que aún están despejando el retraso acumulado por cierres anteriores, advierten que nuevas interrupciones podrían poner en riesgo exportaciones farmacéuticas críticas en la antesala de la temporada navideña.
Implicaciones prácticas: los viajeros deben monitorear las aplicaciones de los aeropuertos para recibir actualizaciones en tiempo real, prever tiempos adicionales para conexiones y asegurarse de que sus pólizas de viaje cubran cancelaciones relacionadas con drones. Las empresas con traslados frecuentes dentro de la UE también podrían considerar rutas alternativas vía Ámsterdam o París hasta que el sistema antidrone de Bélgica esté plenamente operativo.








