
Un artículo de opinión publicado por Xinhua el 7 de noviembre sostiene que la rápida expansión de los acuerdos de exención de visa de China se está convirtiendo en un “tejido conectivo” que une al país más estrechamente con las cadenas globales de valor. Citando datos migratorios, el texto señala que en 2024 entraron a China 20 millones de extranjeros sin necesidad de visa, y que para 2025 esta cifra apunta a un aumento del 50%.
El comentario atribuye este crecimiento a sucesivas liberalizaciones: exenciones de tránsito de 240 horas, la ampliación a 65 puertos anunciada el 3 de noviembre y la extensión por dos años de la exención unilateral de 30 días anunciada esta semana. En conjunto, estas medidas permiten a inversores, compradores y técnicos extranjeros “cruzar el umbral” con poca antelación, lo que impulsa sectores que van desde auditorías de manufactura avanzada en Suzhou hasta el comercio libre de impuestos en Hainan.
Analistas citados por Xinhua destacan que esta política se corresponde con flexibilizaciones en el extranjero: Tailandia, Malasia y la Unión Europea han relajado sus requisitos para ciudadanos chinos, generando un ciclo virtuoso de movilidad. Sin embargo, advierten que aún deben resolverse cuellos de botella como la limitada capacidad de vuelos internacionales y los engorrosos registros hoteleros para extranjeros, para convertir la facilitación de visas en ingresos turísticos sostenibles.
Para los gestores de movilidad, el artículo subraya que la tendencia regulatoria apunta claramente hacia la apertura, lo que sugiere que las visitas corporativas a China previstas para 2026 enfrentarán menos trabas burocráticas que en cualquier momento desde 2019. Se recomienda a las empresas actualizar sus manuales de viaje y políticas de gastos para reflejar la elegibilidad sin visa y capacitar a los viajeros sobre el límite de estancia de 30 días.
El tono optimista del artículo también ofrece argumentos útiles para los equipos globales de recursos humanos que promueven asignaciones en China que requieren entradas y salidas frecuentes: en términos de reputación, China está enviando una señal clara de que quiere atraer talento extranjero localmente.
El comentario atribuye este crecimiento a sucesivas liberalizaciones: exenciones de tránsito de 240 horas, la ampliación a 65 puertos anunciada el 3 de noviembre y la extensión por dos años de la exención unilateral de 30 días anunciada esta semana. En conjunto, estas medidas permiten a inversores, compradores y técnicos extranjeros “cruzar el umbral” con poca antelación, lo que impulsa sectores que van desde auditorías de manufactura avanzada en Suzhou hasta el comercio libre de impuestos en Hainan.
Analistas citados por Xinhua destacan que esta política se corresponde con flexibilizaciones en el extranjero: Tailandia, Malasia y la Unión Europea han relajado sus requisitos para ciudadanos chinos, generando un ciclo virtuoso de movilidad. Sin embargo, advierten que aún deben resolverse cuellos de botella como la limitada capacidad de vuelos internacionales y los engorrosos registros hoteleros para extranjeros, para convertir la facilitación de visas en ingresos turísticos sostenibles.
Para los gestores de movilidad, el artículo subraya que la tendencia regulatoria apunta claramente hacia la apertura, lo que sugiere que las visitas corporativas a China previstas para 2026 enfrentarán menos trabas burocráticas que en cualquier momento desde 2019. Se recomienda a las empresas actualizar sus manuales de viaje y políticas de gastos para reflejar la elegibilidad sin visa y capacitar a los viajeros sobre el límite de estancia de 30 días.
El tono optimista del artículo también ofrece argumentos útiles para los equipos globales de recursos humanos que promueven asignaciones en China que requieren entradas y salidas frecuentes: en términos de reputación, China está enviando una señal clara de que quiere atraer talento extranjero localmente.









