
El 7 de noviembre, la Comisión Europea anunció que los ciudadanos rusos ya no podrán obtener visados Schengen de entrada múltiple y deberán solicitar un visado nuevo para cada viaje. Esta medida, presentada como una respuesta de seguridad ante los riesgos de sabotaje y desinformación, se aplicará de manera uniforme en los 25 países del espacio Schengen, incluida Bélgica.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Bélgica confirmó que reestructurará su contrato de tramitación de visados en Moscú con el proveedor externo VFS Global, enfocándose en visados tipo C de entrada única, válidos por un máximo de 90 días dentro de un período de 180. Se mantendrán carriles prioritarios para periodistas y defensores de derechos humanos, pero se suspenden las facilidades para viajes de negocios; los ejecutivos rusos que asistan a reuniones de juntas en la UE necesitarán autorización caso por caso.
Para las empresas belgas de los sectores químico, comercio de diamantes y maquinaria pesada que aún mantienen filiales en Rusia, los planificadores de movilidad enfrentan plazos más largos y costos mayores. El equipo de cumplimiento del banco KBC estima que el tiempo de tramitación de visados se alargará de 10 días a entre 3 y 4 semanas debido a controles de seguridad adicionales. Algunas compañías están trasladando reuniones a Dubái o Estambul para evitar los cuellos de botella en Schengen.
Los abogados señalan que los permisos económicos regionales de Bélgica (Flandes, Valonia, Bruselas-Capital) seguirán siendo requisitos para los traslados intracorporativos de ciudadanos rusos. La nueva norma de la UE también podría afectar a las aerolíneas con base en Bélgica que transportan tripulaciones con pasaportes rusos, quienes ahora podrían necesitar visados de tránsito aeroportuario para escalas en Schengen.
Los asesores en riesgos de viaje instan a los empleadores belgas a revisar los datos de nacionalidad en sus sistemas de recursos humanos y a informar sobre el cambio a cualquier ciudadano con doble nacionalidad que viaje con documentos rusos. La Comisión revisará la medida en seis meses, aunque fuentes oficiales reconocen en privado que es poco probable que se revierta mientras continúe la guerra en Ucrania.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Bélgica confirmó que reestructurará su contrato de tramitación de visados en Moscú con el proveedor externo VFS Global, enfocándose en visados tipo C de entrada única, válidos por un máximo de 90 días dentro de un período de 180. Se mantendrán carriles prioritarios para periodistas y defensores de derechos humanos, pero se suspenden las facilidades para viajes de negocios; los ejecutivos rusos que asistan a reuniones de juntas en la UE necesitarán autorización caso por caso.
Para las empresas belgas de los sectores químico, comercio de diamantes y maquinaria pesada que aún mantienen filiales en Rusia, los planificadores de movilidad enfrentan plazos más largos y costos mayores. El equipo de cumplimiento del banco KBC estima que el tiempo de tramitación de visados se alargará de 10 días a entre 3 y 4 semanas debido a controles de seguridad adicionales. Algunas compañías están trasladando reuniones a Dubái o Estambul para evitar los cuellos de botella en Schengen.
Los abogados señalan que los permisos económicos regionales de Bélgica (Flandes, Valonia, Bruselas-Capital) seguirán siendo requisitos para los traslados intracorporativos de ciudadanos rusos. La nueva norma de la UE también podría afectar a las aerolíneas con base en Bélgica que transportan tripulaciones con pasaportes rusos, quienes ahora podrían necesitar visados de tránsito aeroportuario para escalas en Schengen.
Los asesores en riesgos de viaje instan a los empleadores belgas a revisar los datos de nacionalidad en sus sistemas de recursos humanos y a informar sobre el cambio a cualquier ciudadano con doble nacionalidad que viaje con documentos rusos. La Comisión revisará la medida en seis meses, aunque fuentes oficiales reconocen en privado que es poco probable que se revierta mientras continúe la guerra en Ucrania.







