
Aunque el presidente Biden ya se retiró de la carrera electoral de 2025, su iniciativa emblemática de unidad familiar abrió silenciosamente el periodo de solicitudes el 6 de noviembre. El programa de libertad condicional en el lugar permite que los cónyuges indocumentados de ciudadanos estadounidenses —y sus hijos menores— soliciten la residencia permanente sin salir del país, eximiéndolos de las prohibiciones de varios años que normalmente se aplican tras una presencia ilegal.
USCIS estima que 500,000 cónyuges y 50,000 niños califican si han vivido de forma continua en Estados Unidos durante diez años y superan las verificaciones criminales y de seguridad. Los solicitantes deben presentar el Formulario I-131F junto con los paquetes concurrentes de ajuste I-485 y recibirán autorización para trabajar en un plazo de 90 días. La agencia advierte sobre posibles aumentos en las tarifas si el Congreso no levanta el cierre administrativo.
Los asesores legales de inmigración corporativa consideran que esta política cambia las reglas del juego para las empresas que durante mucho tiempo han empleado a familias con estatus mixto usando números de identificación fiscal individual. Los cónyuges que obtengan la tarjeta verde podrán incorporarse al mercado laboral o aceptar asignaciones internacionales que antes estaban fuera de su alcance debido a los riesgos de reingreso.
Sin embargo, los estados liderados por republicanos prometen demandar, argumentando que el programa es un exceso de autoridad que fomenta la entrada ilegal. Los empleadores deben actuar rápido: si los tribunales bloquean las solicitudes, solo las presentadas serán protegidas. Esta ventana podría ser similar a la breve reapertura de DACA en 2017, que duró solo unos días pero salvó miles de carreras.
USCIS estima que 500,000 cónyuges y 50,000 niños califican si han vivido de forma continua en Estados Unidos durante diez años y superan las verificaciones criminales y de seguridad. Los solicitantes deben presentar el Formulario I-131F junto con los paquetes concurrentes de ajuste I-485 y recibirán autorización para trabajar en un plazo de 90 días. La agencia advierte sobre posibles aumentos en las tarifas si el Congreso no levanta el cierre administrativo.
Los asesores legales de inmigración corporativa consideran que esta política cambia las reglas del juego para las empresas que durante mucho tiempo han empleado a familias con estatus mixto usando números de identificación fiscal individual. Los cónyuges que obtengan la tarjeta verde podrán incorporarse al mercado laboral o aceptar asignaciones internacionales que antes estaban fuera de su alcance debido a los riesgos de reingreso.
Sin embargo, los estados liderados por republicanos prometen demandar, argumentando que el programa es un exceso de autoridad que fomenta la entrada ilegal. Los empleadores deben actuar rápido: si los tribunales bloquean las solicitudes, solo las presentadas serán protegidas. Esta ventana podría ser similar a la breve reapertura de DACA en 2017, que duró solo unos días pero salvó miles de carreras.









