
El Comando de la Guardia Fronteriza de Nadbużański anunció el 6 de noviembre que un hombre ucraniano de 29 años, arrestado en Cracovia, ha sido deportado y tiene prohibida la entrada al Espacio Schengen durante seis años, tras ser vinculado por la fiscalía a una red organizada que guiaba a compatriotas a cruzar la “frontera verde” en la provincia de Lublin. El detenido, identificado por las iniciales P.M., fue arrestado en octubre tras una investigación de varios meses supervisada por la Fiscalía del Distrito de Hrubieszów.
Según los investigadores, P.M. coordinaba recogidas en territorio polaco para pequeños grupos que cruzaban desde Ucrania fuera de los puntos oficiales, proporcionando transporte hacia casas seguras cerca de Lublin y Varsovia. Presuntamente cobraba entre 500 y 800 euros por migrante y utilizaba aplicaciones de mensajería encriptada para coordinarse con cómplices en ambos lados de la frontera.
Tras los trámites de deportación en el paso fronterizo de Dołhobyczów, el sospechoso recibió una orden administrativa que le prohíbe reingresar a cualquier país Schengen hasta 2031. Las autoridades polacas han enviado pruebas a sus homólogos ucranianos para que persigan cargos bajo las leyes antitrata de Ucrania.
Este caso forma parte de una ofensiva más amplia: datos de la Guardia Fronteriza indican que en 2024 se han imputado a 597 personas —280 de ellas ucranianas— por facilitar la migración ilegal. La nueva Ley de Empleo de Extranjeros, vigente desde el 1 de junio de 2025, aumenta las penas por contrabando organizado hasta 10 años de prisión y autoriza la confiscación de bienes.
Para los empleadores que gestionan programas de reubicación desde Ucrania, esta resolución es un recordatorio de que los visados de trabajo legales y los desplazamientos A1 siguen siendo las únicas vías autorizadas. Los equipos de movilidad deben asegurarse de que los subcontratistas utilicen transportistas con licencia y cumplan con las obligaciones de verificación actualizadas desde marzo.
Según los investigadores, P.M. coordinaba recogidas en territorio polaco para pequeños grupos que cruzaban desde Ucrania fuera de los puntos oficiales, proporcionando transporte hacia casas seguras cerca de Lublin y Varsovia. Presuntamente cobraba entre 500 y 800 euros por migrante y utilizaba aplicaciones de mensajería encriptada para coordinarse con cómplices en ambos lados de la frontera.
Tras los trámites de deportación en el paso fronterizo de Dołhobyczów, el sospechoso recibió una orden administrativa que le prohíbe reingresar a cualquier país Schengen hasta 2031. Las autoridades polacas han enviado pruebas a sus homólogos ucranianos para que persigan cargos bajo las leyes antitrata de Ucrania.
Este caso forma parte de una ofensiva más amplia: datos de la Guardia Fronteriza indican que en 2024 se han imputado a 597 personas —280 de ellas ucranianas— por facilitar la migración ilegal. La nueva Ley de Empleo de Extranjeros, vigente desde el 1 de junio de 2025, aumenta las penas por contrabando organizado hasta 10 años de prisión y autoriza la confiscación de bienes.
Para los empleadores que gestionan programas de reubicación desde Ucrania, esta resolución es un recordatorio de que los visados de trabajo legales y los desplazamientos A1 siguen siendo las únicas vías autorizadas. Los equipos de movilidad deben asegurarse de que los subcontratistas utilicen transportistas con licencia y cumplan con las obligaciones de verificación actualizadas desde marzo.







