
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) anunció el 6 de noviembre que el Ministerio de Asuntos Exteriores de Italia ha comprometido 3 millones de euros en ayuda alimentaria de emergencia para los refugiados sudaneses varados en Libia. Los fondos financiarán raciones durante tres meses para hasta 70,000 personas que huyen del conflicto en Sudán, así como para comunidades vulnerables de acogida en Libia.
Los diplomáticos italianos enmarcaron la donación dentro del enfoque del “pacto migratorio” de Roma, que consiste en brindar ayuda en países de tránsito para frenar los desplazamientos hacia el Mediterráneo. Desde 2022, Italia ha canalizado más de 45 millones de euros a través de la AICS (Agencia Italiana para la Cooperación al Desarrollo) para apoyar la seguridad alimentaria, la gestión fronteriza y los programas de retorno voluntario en el norte de África.
Las ONG de derechos humanos valoraron la ayuda que salva vidas, pero señalaron la necesidad de mejores vías de reasentamiento; solo 1,200 refugiados sudaneses fueron evacuados a Italia bajo corredores humanitarios en 2024-25. Para las empresas, esta medida refleja el continuo enfoque del gobierno en alianzas externas en lugar de aumentar la capacidad de acogida interna, una postura que podría aliviar la presión pública sobre la asignación de visados de trabajo, pero que podría atraer el escrutinio de la UE si se vincula a las condiciones de detención de migrantes en Libia.
Los equipos de movilidad que trasladen personal a proyectos energéticos o de infraestructura en Libia deben estar atentos a las actualizaciones de seguridad: el PMA prevé que la afluencia de refugiados supere los 550,000 para fin de año, aumentando la volatilidad a lo largo de la carretera costera que conecta Trípoli y Misrata.
Los diplomáticos italianos enmarcaron la donación dentro del enfoque del “pacto migratorio” de Roma, que consiste en brindar ayuda en países de tránsito para frenar los desplazamientos hacia el Mediterráneo. Desde 2022, Italia ha canalizado más de 45 millones de euros a través de la AICS (Agencia Italiana para la Cooperación al Desarrollo) para apoyar la seguridad alimentaria, la gestión fronteriza y los programas de retorno voluntario en el norte de África.
Las ONG de derechos humanos valoraron la ayuda que salva vidas, pero señalaron la necesidad de mejores vías de reasentamiento; solo 1,200 refugiados sudaneses fueron evacuados a Italia bajo corredores humanitarios en 2024-25. Para las empresas, esta medida refleja el continuo enfoque del gobierno en alianzas externas en lugar de aumentar la capacidad de acogida interna, una postura que podría aliviar la presión pública sobre la asignación de visados de trabajo, pero que podría atraer el escrutinio de la UE si se vincula a las condiciones de detención de migrantes en Libia.
Los equipos de movilidad que trasladen personal a proyectos energéticos o de infraestructura en Libia deben estar atentos a las actualizaciones de seguridad: el PMA prevé que la afluencia de refugiados supere los 550,000 para fin de año, aumentando la volatilidad a lo largo de la carretera costera que conecta Trípoli y Misrata.






