
Cathay Pacific Airways anunció el 5 de noviembre de 2025 la recompra del 9,57 % de acciones que poseía Qatar Airways, por un valor de 6.970 millones de HKD (897 millones de USD). La operación, financiada con reservas de efectivo, elimina a un accionista minoritario que se unió en 2017, cuando Cathay aún registraba pérdidas, y eleva la participación combinada de Swire Pacific y Air China a casi el 80 %.
La dirección presentó esta recompra como un paso estratégico para mejorar la gobernanza y simplificar la toma de decisiones, justo en un momento en que la aerolínea está recuperando su capacidad hasta el 90 % de los niveles previos a la pandemia. Al cancelar estas acciones, Cathay espera un aumento de ganancias por acción de un dígito medio y mayor flexibilidad para emitir nuevas acciones si fuera necesario para renovar su flota.
Esta medida también refleja la determinación de Hong Kong por reforzar su posición como centro internacional de aviación tras cuatro años de interrupciones fronterizas. Una estructura accionarial más concentrada facilitará a la aerolínea negociar derechos de tráfico de larga distancia, buscar alianzas y acelerar su cartera de pedidos de 4.300 millones de USD para aviones A350 y 777-9.
Para los gestores de movilidad corporativa, contar con una aerolínea bandera financieramente más sólida reduce el riesgo en la apertura de nuevas rutas y brinda confianza en la expansión continua de la capacidad en cabinas premium, fundamental para los viajes ejecutivos. El gobierno de Hong Kong, que aún mantiene acciones preferentes inyectadas durante la pandemia, celebró el acuerdo como “una muestra de confianza del mercado” y destacó que se alinea con sus planes de aumentar el volumen de pasajeros en el Aeropuerto Internacional de Hong Kong a 80 millones para 2027.
Los analistas del sector señalan que la salida de Qatar Airways libera capital para que la aerolínea del Golfo lo reinvierta en sus proyectos conjuntos en Europa y África, mientras que Cathay gana margen para profundizar los acuerdos de código compartido con socios de oneworld y avanzar en su estrategia para la Gran Área de la Bahía del Sur de China.
La dirección presentó esta recompra como un paso estratégico para mejorar la gobernanza y simplificar la toma de decisiones, justo en un momento en que la aerolínea está recuperando su capacidad hasta el 90 % de los niveles previos a la pandemia. Al cancelar estas acciones, Cathay espera un aumento de ganancias por acción de un dígito medio y mayor flexibilidad para emitir nuevas acciones si fuera necesario para renovar su flota.
Esta medida también refleja la determinación de Hong Kong por reforzar su posición como centro internacional de aviación tras cuatro años de interrupciones fronterizas. Una estructura accionarial más concentrada facilitará a la aerolínea negociar derechos de tráfico de larga distancia, buscar alianzas y acelerar su cartera de pedidos de 4.300 millones de USD para aviones A350 y 777-9.
Para los gestores de movilidad corporativa, contar con una aerolínea bandera financieramente más sólida reduce el riesgo en la apertura de nuevas rutas y brinda confianza en la expansión continua de la capacidad en cabinas premium, fundamental para los viajes ejecutivos. El gobierno de Hong Kong, que aún mantiene acciones preferentes inyectadas durante la pandemia, celebró el acuerdo como “una muestra de confianza del mercado” y destacó que se alinea con sus planes de aumentar el volumen de pasajeros en el Aeropuerto Internacional de Hong Kong a 80 millones para 2027.
Los analistas del sector señalan que la salida de Qatar Airways libera capital para que la aerolínea del Golfo lo reinvierta en sus proyectos conjuntos en Europa y África, mientras que Cathay gana margen para profundizar los acuerdos de código compartido con socios de oneworld y avanzar en su estrategia para la Gran Área de la Bahía del Sur de China.











