
Un pequeño rectángulo de cartón que ha acompañado a generaciones de visitantes en París desapareció hoy, cuando Île-de-France Mobilités (IDFM) dejó de vender los billetes de papel ‘t+’ para el metro, RER, tranvía y autobús. A partir del 5 de noviembre, los viajeros deberán usar Navigo Easy o las opciones de pago sin contacto desde el móvil; la venta de billetes en efectivo en los autobuses se reemplaza por validadores con tarjeta bancaria contactless.
Por qué es importante para la movilidad global. Este cambio facilita la gestión de gastos para expatriados y trabajadores temporales, que ahora pueden cargar viajes sueltos o carnets en tarjetas recargables y obtener recibos electrónicos válidos para IVA. También elimina el riesgo de desmagnetización de la banda magnética, que solía dejar varados a muchos visitantes extranjeros. Para grandes proyectos de reubicación, las empresas pueden pedir en bloque tarjetas Navigo Easy precargadas y distribuirlas a su llegada.
Medidas de transición. Los billetes de papel no usados seguirán siendo válidos hasta el 30 de abril de 2026 y pueden canjearse gratis en las principales estaciones. Las máquinas expendedoras ahora priorizan compras NFC, pero los mostradores con personal ofrecen asistencia en seis idiomas. IDFM informa que más del 80 % de los usuarios ocasionales ya migraron a medios digitales durante la prueba piloto del “verano sin papel”.
Accesibilidad y privacidad. Los críticos señalan que los turistas sin teléfonos con NFC deben pagar 2 € por una tarjeta plástica, y que las compras anónimas serán más difíciles cuando en 2027 se añada la verificación de identidad para combatir el fraude. IDFM responde que la evasión tarifaria bajó un 9 % durante el piloto y que los datos digitales alimentarán paneles de ocupación en tiempo real, ayudando a controlar las aglomeraciones durante los eventos del Legado Olímpico 2026.
Lo próximo en la agenda. En 2026, París probará la venta de billetes TGV interurbanos a través de las mismas billeteras Navigo, una innovación que otras capitales europeas observan con interés para lograr una integración fluida entre transporte urbano y de larga distancia.
Por qué es importante para la movilidad global. Este cambio facilita la gestión de gastos para expatriados y trabajadores temporales, que ahora pueden cargar viajes sueltos o carnets en tarjetas recargables y obtener recibos electrónicos válidos para IVA. También elimina el riesgo de desmagnetización de la banda magnética, que solía dejar varados a muchos visitantes extranjeros. Para grandes proyectos de reubicación, las empresas pueden pedir en bloque tarjetas Navigo Easy precargadas y distribuirlas a su llegada.
Medidas de transición. Los billetes de papel no usados seguirán siendo válidos hasta el 30 de abril de 2026 y pueden canjearse gratis en las principales estaciones. Las máquinas expendedoras ahora priorizan compras NFC, pero los mostradores con personal ofrecen asistencia en seis idiomas. IDFM informa que más del 80 % de los usuarios ocasionales ya migraron a medios digitales durante la prueba piloto del “verano sin papel”.
Accesibilidad y privacidad. Los críticos señalan que los turistas sin teléfonos con NFC deben pagar 2 € por una tarjeta plástica, y que las compras anónimas serán más difíciles cuando en 2027 se añada la verificación de identidad para combatir el fraude. IDFM responde que la evasión tarifaria bajó un 9 % durante el piloto y que los datos digitales alimentarán paneles de ocupación en tiempo real, ayudando a controlar las aglomeraciones durante los eventos del Legado Olímpico 2026.
Lo próximo en la agenda. En 2026, París probará la venta de billetes TGV interurbanos a través de las mismas billeteras Navigo, una innovación que otras capitales europeas observan con interés para lograr una integración fluida entre transporte urbano y de larga distancia.









