
China ha otorgado a los viajeros polacos un regalo inesperado por dos años. El 4 de noviembre de 2025, Pekín confirmó que su programa de entrada sin visa de 30 días —que inicialmente expiraba el 31 de diciembre— se extenderá al menos hasta el 31 de diciembre de 2026. La exención aplica a titulares de pasaportes ordinarios que visiten por negocios, turismo, visitas familiares, intercambios culturales o tránsito.
Esta prórroga consolida un cambio de política significativo que comenzó en julio de 2024, cuando Polonia se convirtió en uno de los primeros países de Europa Central admitidos en el programa piloto de China. Las llegadas desde Polonia se recuperaron rápidamente: según datos de C-trip, las reservas de vuelos entre Varsovia y los principales centros chinos aumentaron un 78 % interanual en el tercer trimestre de 2025, mientras que el organizador polaco de conferencias MTP reportó una asistencia récord de expositores chinos en la Feria Industrial de Poznań. Las comunidades empresariales de ambos países presionaron con fuerza para la continuidad, argumentando que la exención reduce al menos dos semanas el ciclo habitual de trámites de visa y ahorra a las empresas alrededor de 800 PLN por viajero en tasas y costos de mensajería.
Para las empresas, la decisión simplifica la planificación de viajes en 2026. Los equipos de recursos humanos ya no necesitan presupuestar visas de corta estancia para enviar técnicos a plantas de empresas conjuntas en el Delta del río Yangtsé, y las startups polacas que buscan el vasto mercado de comercio electrónico chino pueden programar viajes exploratorios con poca antelación. Sin embargo, el límite de 30 días se mantiene, y las estancias prolongadas conllevan multas elevadas. Los viajeros frecuentes deben tener en cuenta que asignaciones laborales o mediáticas más largas aún requieren los permisos correspondientes de categoría Z o J.
Los gestores de viajes deben actualizar las herramientas internas de reserva para reflejar la nueva fecha de expiración, recordar al personal que los pasaportes deben tener una validez mínima de seis meses al momento de la llegada y verificar que los pasajeros cuenten con billetes de continuación o regreso —las aerolíneas pueden negar el embarque si la documentación está incompleta. Finalmente, los viajeros deben registrarse en el sistema Odyseusz de Polonia para recibir alertas de emergencia durante su estancia en China.
Con la ventana sin visa asegurada hasta 2026, los expertos prevén un aumento en la capacidad de asientos entre Varsovia y Pekín. Tanto LOT Polish Airlines como Air China están evaluando frecuencias adicionales con aviones de fuselaje ancho, mientras que los operadores turísticos ya promocionan paquetes de compras para el Festival de Primavera dirigidos a consumidores polacos de alto poder adquisitivo. La extensión de la exención parece destinada a profundizar los lazos comerciales y culturales que han sustentado la relación bilateral de 46.000 millones de euros.
Esta prórroga consolida un cambio de política significativo que comenzó en julio de 2024, cuando Polonia se convirtió en uno de los primeros países de Europa Central admitidos en el programa piloto de China. Las llegadas desde Polonia se recuperaron rápidamente: según datos de C-trip, las reservas de vuelos entre Varsovia y los principales centros chinos aumentaron un 78 % interanual en el tercer trimestre de 2025, mientras que el organizador polaco de conferencias MTP reportó una asistencia récord de expositores chinos en la Feria Industrial de Poznań. Las comunidades empresariales de ambos países presionaron con fuerza para la continuidad, argumentando que la exención reduce al menos dos semanas el ciclo habitual de trámites de visa y ahorra a las empresas alrededor de 800 PLN por viajero en tasas y costos de mensajería.
Para las empresas, la decisión simplifica la planificación de viajes en 2026. Los equipos de recursos humanos ya no necesitan presupuestar visas de corta estancia para enviar técnicos a plantas de empresas conjuntas en el Delta del río Yangtsé, y las startups polacas que buscan el vasto mercado de comercio electrónico chino pueden programar viajes exploratorios con poca antelación. Sin embargo, el límite de 30 días se mantiene, y las estancias prolongadas conllevan multas elevadas. Los viajeros frecuentes deben tener en cuenta que asignaciones laborales o mediáticas más largas aún requieren los permisos correspondientes de categoría Z o J.
Los gestores de viajes deben actualizar las herramientas internas de reserva para reflejar la nueva fecha de expiración, recordar al personal que los pasaportes deben tener una validez mínima de seis meses al momento de la llegada y verificar que los pasajeros cuenten con billetes de continuación o regreso —las aerolíneas pueden negar el embarque si la documentación está incompleta. Finalmente, los viajeros deben registrarse en el sistema Odyseusz de Polonia para recibir alertas de emergencia durante su estancia en China.
Con la ventana sin visa asegurada hasta 2026, los expertos prevén un aumento en la capacidad de asientos entre Varsovia y Pekín. Tanto LOT Polish Airlines como Air China están evaluando frecuencias adicionales con aviones de fuselaje ancho, mientras que los operadores turísticos ya promocionan paquetes de compras para el Festival de Primavera dirigidos a consumidores polacos de alto poder adquisitivo. La extensión de la exención parece destinada a profundizar los lazos comerciales y culturales que han sustentado la relación bilateral de 46.000 millones de euros.









