
Próximamente, los visitantes extranjeros podrán enviar la información de su tarjeta de llegada a China en línea antes de abordar sus vuelos, eliminando así el requisito de completar un formulario en papel al aterrizar. En las directrices emitidas el 4 de noviembre de 2025, la Administración Nacional de Inmigración confirmó que, a partir del 20 de noviembre, los viajeros podrán presentar su información previamente a través del sitio web de la NIA, el portal nacional de servicios electrónicos gubernamentales, la aplicación móvil “NIA 12367” o los mini programas en WeChat y Alipay.
Los pasajeros que olviden presentar la información con anticipación aún podrán escanear un código QR en inmigración o usar los quioscos de autoservicio; las tarjetas en papel seguirán disponibles como respaldo. Siete categorías, incluyendo residentes permanentes extranjeros en China, pasajeros en tránsito aéreo de 24 horas y pasajeros de cruceros que vuelven a abordar la misma embarcación, están exentas de cualquier declaración.
La tarjeta digital representa la mejora más amigable para los viajeros en el sistema de entrada a China en la última década. Al adelantar la captura de datos, los inspectores de inmigración esperan reducir entre 30 y 60 segundos el tiempo de procesamiento manual y acortar las filas durante los picos de llegada en los aeropuertos de Beijing Daxing, Shanghai Pudong y Guangzhou Baiyun. Esta medida pone a China a la par con Singapur y Australia, que ya operan con tarjetas de llegada electrónicas.
Para los gestores de movilidad, la acción clave es la educación de los empleados. Las sesiones informativas previas al viaje deben incluir la URL o el código QR, y los viajeros deben guardar una captura de pantalla de la confirmación de envío. Las aerolíneas no controlarán el cumplimiento en el check-in, pero no presentar la información previamente podría alargar el proceso de llegada. Los datos ingresados en línea se conservan durante 30 días y se eliminan automáticamente después, según el aviso de privacidad de la NIA.
Esta digitalización forma parte de un paquete más amplio de diez puntos que también extiende el tránsito sin visa, amplía los avales para talentos y agiliza los servicios de permisos para residentes de Hong Kong, Macao y Taiwán, subrayando el impulso de Pekín hacia “fronteras inteligentes” y un entorno empresarial más acogedor.
Los pasajeros que olviden presentar la información con anticipación aún podrán escanear un código QR en inmigración o usar los quioscos de autoservicio; las tarjetas en papel seguirán disponibles como respaldo. Siete categorías, incluyendo residentes permanentes extranjeros en China, pasajeros en tránsito aéreo de 24 horas y pasajeros de cruceros que vuelven a abordar la misma embarcación, están exentas de cualquier declaración.
La tarjeta digital representa la mejora más amigable para los viajeros en el sistema de entrada a China en la última década. Al adelantar la captura de datos, los inspectores de inmigración esperan reducir entre 30 y 60 segundos el tiempo de procesamiento manual y acortar las filas durante los picos de llegada en los aeropuertos de Beijing Daxing, Shanghai Pudong y Guangzhou Baiyun. Esta medida pone a China a la par con Singapur y Australia, que ya operan con tarjetas de llegada electrónicas.
Para los gestores de movilidad, la acción clave es la educación de los empleados. Las sesiones informativas previas al viaje deben incluir la URL o el código QR, y los viajeros deben guardar una captura de pantalla de la confirmación de envío. Las aerolíneas no controlarán el cumplimiento en el check-in, pero no presentar la información previamente podría alargar el proceso de llegada. Los datos ingresados en línea se conservan durante 30 días y se eliminan automáticamente después, según el aviso de privacidad de la NIA.
Esta digitalización forma parte de un paquete más amplio de diez puntos que también extiende el tránsito sin visa, amplía los avales para talentos y agiliza los servicios de permisos para residentes de Hong Kong, Macao y Taiwán, subrayando el impulso de Pekín hacia “fronteras inteligentes” y un entorno empresarial más acogedor.









