
También incluido en el Presupuesto 2025 hay una medida destacada para atraer talento: un camino acelerado hacia la residencia permanente para titulares de visas H-1B de EE. UU. para ocupaciones especializadas. Los detalles publicados el 4 de noviembre confirman la intención de Ottawa de ampliar el piloto de permiso de trabajo abierto por un año para H-1B, lanzado en 2024, y convertirlo en un programa rápido que ofrece residencia permanente directa una vez cumplidos los requisitos.
Este camino forma parte de una Estrategia Integral de Atracción de Talento Internacional que destina 1.700 millones de dólares canadienses durante 13 años para 1.000 nuevas cátedras de investigación, becas de reubicación para estudiantes de doctorado y postdoctorado, y fondos para acelerar el reconocimiento de credenciales extranjeras, especialmente en salud y construcción. Las autoridades señalan que este paquete busca contrarrestar tanto el aumento de tarifas en EE. UU. para las visas H-1B como la feroz competencia global por mano de obra en STEM.
Para empleadores multinacionales, esta nueva vía promete certeza en las visas y un plazo definido para la residencia permanente de personal clave que de otro modo enfrentaría largas esperas para la tarjeta verde estadounidense. Las provincias canadienses con centros tecnológicos —Ontario, Columbia Británica y Québec— esperan que esta medida amplíe las reservas de talento y fomente el crecimiento de empleos secundarios en startups y redes de proveedores.
Los equipos de recursos humanos y movilidad deben estar atentos a las próximas regulaciones sobre salario mínimo, listas de ocupaciones y umbrales de fondos para asentamiento. Las primeras indicaciones apuntan a que los solicitantes necesitarán al menos un año reciente con estatus H-1B, una oferta de trabajo canadiense o empleo en el país, y puntajes de idioma comparables a los de Express Entry. Las empresas deberían reservar presupuestos para reubicación a mediados de 2026, cuando se espera que se abra la convocatoria.
Este camino forma parte de una Estrategia Integral de Atracción de Talento Internacional que destina 1.700 millones de dólares canadienses durante 13 años para 1.000 nuevas cátedras de investigación, becas de reubicación para estudiantes de doctorado y postdoctorado, y fondos para acelerar el reconocimiento de credenciales extranjeras, especialmente en salud y construcción. Las autoridades señalan que este paquete busca contrarrestar tanto el aumento de tarifas en EE. UU. para las visas H-1B como la feroz competencia global por mano de obra en STEM.
Para empleadores multinacionales, esta nueva vía promete certeza en las visas y un plazo definido para la residencia permanente de personal clave que de otro modo enfrentaría largas esperas para la tarjeta verde estadounidense. Las provincias canadienses con centros tecnológicos —Ontario, Columbia Británica y Québec— esperan que esta medida amplíe las reservas de talento y fomente el crecimiento de empleos secundarios en startups y redes de proveedores.
Los equipos de recursos humanos y movilidad deben estar atentos a las próximas regulaciones sobre salario mínimo, listas de ocupaciones y umbrales de fondos para asentamiento. Las primeras indicaciones apuntan a que los solicitantes necesitarán al menos un año reciente con estatus H-1B, una oferta de trabajo canadiense o empleo en el país, y puntajes de idioma comparables a los de Express Entry. Las empresas deberían reservar presupuestos para reubicación a mediados de 2026, cuando se espera que se abra la convocatoria.







