
El 4 de noviembre de 2025, la Cámara de Diputados de Brasil aprobó, en una votación sorpresa a última hora de la noche, el Proyecto de Ley 5.405/23, que volvería a obligar a las aerolíneas a transportar al menos una pieza de equipaje facturado de hasta 23 kg en todos los vuelos nacionales sin costo adicional. La propuesta aún requiere la aprobación del Senado y la sanción presidencial, pero ya ha desatado un intenso debate entre defensores de los derechos del consumidor y una industria aérea financieramente frágil.
Contexto – Brasil eliminó el equipaje gratuito obligatorio en 2017, como parte de una liberalización más amplia destinada a atraer aerolíneas de bajo costo y reducir el precio promedio de los pasajes. Aerolíneas como LATAM, GOL y Azul adoptaron rápidamente tarifas de “economía básica” sin equipaje, argumentando que el modelo desagregado ampliaba la elección y estimulaba la demanda. Sin embargo, desde entonces, las tarifas aéreas han subido más rápido que la inflación mientras las aerolíneas acumulaban fuertes pérdidas; Azul entró en recuperación judicial en octubre y GOL salió recientemente de la supervisión judicial por bancarrota.
Qué establece el proyecto – De aprobarse, los pasajeros en rutas nacionales volverían a tener derecho a facturar una maleta (23 kg para aviones de fuselaje estrecho; 30 kg para fuselajes anchos) o un equipo deportivo sin pagar tarifa adicional. Las aerolíneas que no cumplan enfrentarán multas de hasta R$ 15.000 por infracción. El proyecto mantiene la libertad de las aerolíneas para cobrar por equipaje adicional o con sobrepeso y no afecta los itinerarios internacionales.
Reacción de la industria – La Asociación Brasileña de Aerolíneas (ABEAR) advirtió que la medida “revertirá una década de libertad comercial”, eliminará las tarifas de entrada y desalentará la llegada de nuevos operadores de bajo costo como JetSmart. Las aerolíneas sostienen que las tarifas por equipaje representan hoy alrededor del 6 % de sus ingresos y ayudan a compensar el alto costo del combustible y las tasas aeroportuarias. Grupos de consumidores y los patrocinadores del proyecto replican que las reducciones tarifarias prometidas nunca se materializaron y que la re-regulación devolverá equidad y transparencia a los viajeros.
Implicaciones prácticas – Los gestores de viajes corporativos deben prepararse para posibles reestructuraciones tarifarias y renegociaciones contractuales si la ley se aprueba. Las empresas que negociaron descuentos para “solo equipaje de mano” podrían perder esos beneficios, mientras que las políticas de viaje que reembolsaban tarifas por equipaje deberán actualizarse. Las multinacionales que reubiquen personal dentro del país podrían beneficiarse de menores costos de traslado, aunque las aerolíneas podrían responder aumentando las tarifas base. Se espera que el Senado analice el texto a finales de noviembre; los observadores prevén una intensa presión de lobby en ambos bandos.
Contexto – Brasil eliminó el equipaje gratuito obligatorio en 2017, como parte de una liberalización más amplia destinada a atraer aerolíneas de bajo costo y reducir el precio promedio de los pasajes. Aerolíneas como LATAM, GOL y Azul adoptaron rápidamente tarifas de “economía básica” sin equipaje, argumentando que el modelo desagregado ampliaba la elección y estimulaba la demanda. Sin embargo, desde entonces, las tarifas aéreas han subido más rápido que la inflación mientras las aerolíneas acumulaban fuertes pérdidas; Azul entró en recuperación judicial en octubre y GOL salió recientemente de la supervisión judicial por bancarrota.
Qué establece el proyecto – De aprobarse, los pasajeros en rutas nacionales volverían a tener derecho a facturar una maleta (23 kg para aviones de fuselaje estrecho; 30 kg para fuselajes anchos) o un equipo deportivo sin pagar tarifa adicional. Las aerolíneas que no cumplan enfrentarán multas de hasta R$ 15.000 por infracción. El proyecto mantiene la libertad de las aerolíneas para cobrar por equipaje adicional o con sobrepeso y no afecta los itinerarios internacionales.
Reacción de la industria – La Asociación Brasileña de Aerolíneas (ABEAR) advirtió que la medida “revertirá una década de libertad comercial”, eliminará las tarifas de entrada y desalentará la llegada de nuevos operadores de bajo costo como JetSmart. Las aerolíneas sostienen que las tarifas por equipaje representan hoy alrededor del 6 % de sus ingresos y ayudan a compensar el alto costo del combustible y las tasas aeroportuarias. Grupos de consumidores y los patrocinadores del proyecto replican que las reducciones tarifarias prometidas nunca se materializaron y que la re-regulación devolverá equidad y transparencia a los viajeros.
Implicaciones prácticas – Los gestores de viajes corporativos deben prepararse para posibles reestructuraciones tarifarias y renegociaciones contractuales si la ley se aprueba. Las empresas que negociaron descuentos para “solo equipaje de mano” podrían perder esos beneficios, mientras que las políticas de viaje que reembolsaban tarifas por equipaje deberán actualizarse. Las multinacionales que reubiquen personal dentro del país podrían beneficiarse de menores costos de traslado, aunque las aerolíneas podrían responder aumentando las tarifas base. Se espera que el Senado analice el texto a finales de noviembre; los observadores prevén una intensa presión de lobby en ambos bandos.









