
Filipinas se une a los países del sudeste asiático que buscan atraer al mercado de viajeros indios. A partir del 3 de noviembre de 2025, los titulares de pasaportes indios podrán ingresar al archipiélago sin visa bajo dos categorías distintas. Los turistas con documentación estándar —pasaporte con validez mínima de seis meses, reserva confirmada de hotel, boleto de regreso y comprobante de fondos— podrán permanecer hasta 14 días. Una segunda modalidad permite una visita sin visa de 30 días para indios que ya cuenten con visa válida o residencia permanente en EE. UU., Reino Unido, Canadá, Australia, Japón, Singapur o cualquier país del espacio Schengen.
El Departamento de Asuntos Exteriores en Manila indicó que esta medida busca duplicar la llegada de turistas indios —actualmente 120,000 al año— en un plazo de tres temporadas. Aerolíneas filipinas como Cebu Pacific y Philippine Airlines están evaluando vuelos directos a Delhi y Mumbai para aprovechar el potencial de este mercado.
Para las empresas indias, el cambio facilita viajes de última hora para reuniones entre compradores y proveedores en el corredor tecnológico Manila–Clark y permite extender estancias de negocios con ocio (“bleisure”) a destinos como Cebu o Boracay sin trámites consulares adicionales. Sin embargo, la Oficina de Inmigración enfatiza que la exención no es prorrogable ni puede convertirse en permiso de trabajo; los visitantes a largo plazo o con fines laborales deben obtener previamente las visas correspondientes 9(G) o 47(A)(2).
Los asesores de viaje recomiendan a los pasajeros llevar impresos los vouchers de hotel y estados de cuenta bancarios recientes, ya que los oficiales de inmigración pueden negar la entrada si consideran que los medios económicos son insuficientes. Además, quienes tengan antecedentes negativos en las bases de datos filipinas serán rechazados al llegar.
Esta medida se suma a la liberalización similar implementada este año por Tailandia y Malasia, y refleja la competencia regional por captar a la creciente clase media viajera de India.
El Departamento de Asuntos Exteriores en Manila indicó que esta medida busca duplicar la llegada de turistas indios —actualmente 120,000 al año— en un plazo de tres temporadas. Aerolíneas filipinas como Cebu Pacific y Philippine Airlines están evaluando vuelos directos a Delhi y Mumbai para aprovechar el potencial de este mercado.
Para las empresas indias, el cambio facilita viajes de última hora para reuniones entre compradores y proveedores en el corredor tecnológico Manila–Clark y permite extender estancias de negocios con ocio (“bleisure”) a destinos como Cebu o Boracay sin trámites consulares adicionales. Sin embargo, la Oficina de Inmigración enfatiza que la exención no es prorrogable ni puede convertirse en permiso de trabajo; los visitantes a largo plazo o con fines laborales deben obtener previamente las visas correspondientes 9(G) o 47(A)(2).
Los asesores de viaje recomiendan a los pasajeros llevar impresos los vouchers de hotel y estados de cuenta bancarios recientes, ya que los oficiales de inmigración pueden negar la entrada si consideran que los medios económicos son insuficientes. Además, quienes tengan antecedentes negativos en las bases de datos filipinas serán rechazados al llegar.
Esta medida se suma a la liberalización similar implementada este año por Tailandia y Malasia, y refleja la competencia regional por captar a la creciente clase media viajera de India.









