
La diputada independiente de Offaly, Carol Nolan, ha acusado al Gobierno de “aplazar el problema” después de que los funcionarios confirmaran que la contribución prevista para el alojamiento de solicitantes de asilo empleados podría no entrar en vigor hasta finales de 2026.
En declaraciones el 3 de noviembre, Nolan afirmó que “simplemente no es creíble” que los centros del Servicio de Alojamiento para Protección Internacional (IPAS) necesiten 12 meses para implementar cargos semanales de entre 15 y 238 euros, ajustados según los ingresos.
Actualmente, Irlanda ofrece comida y alojamiento gratuitos a todos los solicitantes durante los primeros 90 días y, en la práctica, por un período mucho más largo. Con más del 30% de las 29,000 personas en IPAS ya trabajando, los ministros acordaron el verano pasado que quienes tengan ingresos deberían contribuir, siguiendo el ejemplo de otros países de la UE como Países Bajos y Dinamarca. Sin embargo, las actualizaciones tecnológicas, los protocolos de evaluación de ingresos y la redacción legal han retrasado la puesta en marcha.
Nolan sostiene que esta demora socava la confianza pública y carga injustamente a los contribuyentes. Hizo un paralelismo con el programa de Asistencia para la Vivienda (HAP), donde las contribuciones al alquiler de los ciudadanos irlandeses se recaudan y ajustan mensualmente. “Si se pueden descontar pagos vinculados a ingresos a los beneficiarios de HAP, no hay justificación para eximir a los solicitantes de protección empleados durante otro año”, afirmó.
Los grupos empresariales también están interesados en este debate. Muchos empleadores del sector hotelero y agroalimentario dependen de residentes de IPAS con permiso de trabajo (Sello 4) para cubrir vacantes laborales. Aclarar el calendario de deducciones ayudará a los departamentos de recursos humanos a prever el salario neto y asesorar al personal. Los asesores de movilidad deben estar atentos a posibles efectos secundarios: una vez que se apliquen los cargos, algunos trabajadores podrían buscar alquileres privados, lo que podría aliviar la presión sobre la capacidad de IPAS pero aumentar la demanda en un mercado de vivienda ya muy ajustado.
El Departamento de Niños, Igualdad, Discapacidad, Integración y Juventud asegura que el modelo de contribución está “muy avanzado” y que se presentará al Gabinete antes de Navidad. El objetivo es equilibrar la recuperación de costes con la necesidad de evitar la indigencia, especialmente para los trabajadores con bajos salarios y horarios variables. Se están revisando una exención por dificultades económicas y una implementación gradual.
En declaraciones el 3 de noviembre, Nolan afirmó que “simplemente no es creíble” que los centros del Servicio de Alojamiento para Protección Internacional (IPAS) necesiten 12 meses para implementar cargos semanales de entre 15 y 238 euros, ajustados según los ingresos.
Actualmente, Irlanda ofrece comida y alojamiento gratuitos a todos los solicitantes durante los primeros 90 días y, en la práctica, por un período mucho más largo. Con más del 30% de las 29,000 personas en IPAS ya trabajando, los ministros acordaron el verano pasado que quienes tengan ingresos deberían contribuir, siguiendo el ejemplo de otros países de la UE como Países Bajos y Dinamarca. Sin embargo, las actualizaciones tecnológicas, los protocolos de evaluación de ingresos y la redacción legal han retrasado la puesta en marcha.
Nolan sostiene que esta demora socava la confianza pública y carga injustamente a los contribuyentes. Hizo un paralelismo con el programa de Asistencia para la Vivienda (HAP), donde las contribuciones al alquiler de los ciudadanos irlandeses se recaudan y ajustan mensualmente. “Si se pueden descontar pagos vinculados a ingresos a los beneficiarios de HAP, no hay justificación para eximir a los solicitantes de protección empleados durante otro año”, afirmó.
Los grupos empresariales también están interesados en este debate. Muchos empleadores del sector hotelero y agroalimentario dependen de residentes de IPAS con permiso de trabajo (Sello 4) para cubrir vacantes laborales. Aclarar el calendario de deducciones ayudará a los departamentos de recursos humanos a prever el salario neto y asesorar al personal. Los asesores de movilidad deben estar atentos a posibles efectos secundarios: una vez que se apliquen los cargos, algunos trabajadores podrían buscar alquileres privados, lo que podría aliviar la presión sobre la capacidad de IPAS pero aumentar la demanda en un mercado de vivienda ya muy ajustado.
El Departamento de Niños, Igualdad, Discapacidad, Integración y Juventud asegura que el modelo de contribución está “muy avanzado” y que se presentará al Gabinete antes de Navidad. El objetivo es equilibrar la recuperación de costes con la necesidad de evitar la indigencia, especialmente para los trabajadores con bajos salarios y horarios variables. Se están revisando una exención por dificultades económicas y una implementación gradual.








