
El 3 de noviembre, los miembros de la Cámara de los Lores dedicaron una jornada completa a examinar, línea por línea, el proyecto de ley insignia del gobierno sobre Seguridad Fronteriza, Asilo e Inmigración, rechazando una enmienda que habría impuesto la deportación automática de cualquier extranjero condenado por un delito. El debate, registrado en el Hansard de los Lores, volumen 849, también abordó propuestas sobre la evaluación de edad en procesos penales, el acceso a protecciones contra la esclavitud moderna y la elegibilidad para asistencia legal de migrantes detenidos.
Aunque el gobierno mantuvo los poderes esenciales para detener y expulsar a los entrantes irregulares, los miembros independientes y de la oposición lograron concesiones en materia de transparencia de datos, obligando a los ministros a publicar estadísticas sobre estudiantes extranjeros. Los ministros mostraron disposición a realizar ajustes adicionales cuando el proyecto regrese para su tercera jornada de informe el 5 de noviembre, pero advirtieron que cambios drásticos podrían “socavar los objetivos de disuasión”.
Para los empleadores, la legislación —si se aprueba en gran medida sin modificaciones— incorporará nuevas sanciones penales por facilitar la entrada ilegal, ampliará el monitoreo digital de visados y endurecerá las obligaciones sobre el derecho a trabajar. Los departamentos de recursos humanos podrían tener que actualizar sus procesos de incorporación mucho antes de la sanción real, ya que las regulaciones secundarias podrían entrar en vigor a principios de 2026.
La sesión del 3 de noviembre también brindó un raro apoyo parlamentario para otorgar a las víctimas de trata un permiso limitado para trabajar —una enmienda que, aunque fue rechazada, indica un creciente interés por liberalizar el acceso al mercado laboral para ciertos grupos migrantes. Las multinacionales involucradas en contrataciones con impacto social deberían seguir de cerca las etapas finales del proyecto para posibles cambios.
Aunque el gobierno mantuvo los poderes esenciales para detener y expulsar a los entrantes irregulares, los miembros independientes y de la oposición lograron concesiones en materia de transparencia de datos, obligando a los ministros a publicar estadísticas sobre estudiantes extranjeros. Los ministros mostraron disposición a realizar ajustes adicionales cuando el proyecto regrese para su tercera jornada de informe el 5 de noviembre, pero advirtieron que cambios drásticos podrían “socavar los objetivos de disuasión”.
Para los empleadores, la legislación —si se aprueba en gran medida sin modificaciones— incorporará nuevas sanciones penales por facilitar la entrada ilegal, ampliará el monitoreo digital de visados y endurecerá las obligaciones sobre el derecho a trabajar. Los departamentos de recursos humanos podrían tener que actualizar sus procesos de incorporación mucho antes de la sanción real, ya que las regulaciones secundarias podrían entrar en vigor a principios de 2026.
La sesión del 3 de noviembre también brindó un raro apoyo parlamentario para otorgar a las víctimas de trata un permiso limitado para trabajar —una enmienda que, aunque fue rechazada, indica un creciente interés por liberalizar el acceso al mercado laboral para ciertos grupos migrantes. Las multinacionales involucradas en contrataciones con impacto social deberían seguir de cerca las etapas finales del proyecto para posibles cambios.








