
El Ministerio del Interior puso fin a una vacante de 15 meses el 3 de noviembre al nombrar al profesor William Webster como Comisionado de Biometría y Cámaras de Vigilancia, un cargo que supervisa la retención policial de huellas dactilares y ADN, así como el cumplimiento del Código de Prácticas para Cámaras de Vigilancia. Webster, experto en políticas públicas de la Universidad de Stirling y director fundador del Centro de Investigación en Información, Vigilancia y Privacidad, comenzó su mandato de dos años el 1 de noviembre.
Su nombramiento llega en un momento en que el Reino Unido acelera el despliegue de furgonetas con reconocimiento facial, análisis en tiempo real de CCTV y controles fronterizos digitales como el sistema de Autorización Electrónica de Viaje (ETA). Grupos de defensa de las libertades civiles han criticado la demora del gobierno en designar a un comisionado permanente, argumentando que la rápida adopción de la vigilancia con inteligencia artificial requiere una supervisión independiente más rigurosa. Webster se ha comprometido a “proteger los derechos de los ciudadanos mientras apoya una policía eficaz”, señalando su intención de examinar las pruebas de proporcionalidad de las fuerzas y las medidas para mitigar sesgos algorítmicos.
Desde la perspectiva de la movilidad, la oficina del comisionado influye en el tiempo que la policía puede conservar datos biométricos capturados en fronteras y aeropuertos del Reino Unido, y establece estándares para las más de 20 millones de cámaras CCTV en la red de transporte británica. Las empresas que gestionan sistemas de cámaras en el sector privado, o cuyos empleados internacionales están sujetos a controles policiales, deben mantener sus políticas alineadas con las directrices del comisionado o enfrentarse a posibles sanciones.
Entre las implicaciones prácticas destaca la probable actualización de los códigos de práctica en 2026, que podría exigir a las empresas realizar Evaluaciones de Impacto en la Protección de Datos antes de implementar reconocimiento facial en el lugar de trabajo para control de acceso. Los equipos de movilidad y seguridad deben estar atentos a las próximas consultas y prepararse para demostrar la necesidad, transparencia y períodos seguros de retención de datos.
Su nombramiento llega en un momento en que el Reino Unido acelera el despliegue de furgonetas con reconocimiento facial, análisis en tiempo real de CCTV y controles fronterizos digitales como el sistema de Autorización Electrónica de Viaje (ETA). Grupos de defensa de las libertades civiles han criticado la demora del gobierno en designar a un comisionado permanente, argumentando que la rápida adopción de la vigilancia con inteligencia artificial requiere una supervisión independiente más rigurosa. Webster se ha comprometido a “proteger los derechos de los ciudadanos mientras apoya una policía eficaz”, señalando su intención de examinar las pruebas de proporcionalidad de las fuerzas y las medidas para mitigar sesgos algorítmicos.
Desde la perspectiva de la movilidad, la oficina del comisionado influye en el tiempo que la policía puede conservar datos biométricos capturados en fronteras y aeropuertos del Reino Unido, y establece estándares para las más de 20 millones de cámaras CCTV en la red de transporte británica. Las empresas que gestionan sistemas de cámaras en el sector privado, o cuyos empleados internacionales están sujetos a controles policiales, deben mantener sus políticas alineadas con las directrices del comisionado o enfrentarse a posibles sanciones.
Entre las implicaciones prácticas destaca la probable actualización de los códigos de práctica en 2026, que podría exigir a las empresas realizar Evaluaciones de Impacto en la Protección de Datos antes de implementar reconocimiento facial en el lugar de trabajo para control de acceso. Los equipos de movilidad y seguridad deben estar atentos a las próximas consultas y prepararse para demostrar la necesidad, transparencia y períodos seguros de retención de datos.








