
El gobierno francés ha notificado formalmente a la Comisión Europea que prolongará los controles fronterizos internos en todas las fronteras terrestres, marítimas y aéreas hasta el 30 de abril de 2026. Esta medida, vigente desde mayo de 2024, afecta los cruces con Bélgica, Alemania, Luxemburgo, Suiza, España e Italia. Las autoridades justifican esta decisión citando “amenazas terroristas persistentes, crimen organizado y presiones migratorias irregulares” como fundamentos legales según el Código de Fronteras Schengen.
Para los trabajadores transfronterizos y operadores logísticos, la decisión implica al menos seis meses más de posibles controles aleatorios, colas más largas y mayores costos de cumplimiento. Los transportistas de mercancías en los corredores muy transitados A1 Lille–Bruselas y A35 Estrasburgo–Basilea deben anticipar retrasos, especialmente en las horas punta de transporte de carga. El tráfico de vehículos particulares también podría enfrentar un escrutinio más intenso en torno a eventos importantes como la Semana Santa y el Festival Olímpico Juvenil París 2026.
Los gestores de viajes de negocios deben actualizar los itinerarios para incluir tiempo adicional en las fronteras terrestres y considerar posibles inspecciones de identidad en vuelos nacionales que pasen por zonas externalizadas de Schengen, como Córcega. Las empresas con trabajadores desplazados deben recordar al personal llevar tanto el pasaporte como el certificado A1 cuando crucen fronteras en viajes de un día.
En el plano político, París camina sobre una línea delicada. La Comisión Europea ha advertido a los estados miembros contra el “excepcionalismo permanente”; sin embargo, otros países —Alemania, Austria, Dinamarca— mantienen controles similares. Los analistas señalan que la extensión de seis meses en Francia coincide con el despliegue de su nuevo Sistema de Entrada/Salida (EES), lo que permite a las autoridades probar quioscos biométricos mientras mantienen un respaldo manual en los puntos de control.
Los grupos industriales, liderados por la Asociación Europea de Transportistas por Carretera, están presionando para la creación de “carriles verdes” exclusivos para camiones y servicios de autocares, con el fin de mitigar el impacto económico. Aún no se han confirmado estas exenciones, pero el ministerio del interior asegura que “buscará minimizar las interrupciones al mercado único”, insinuando directrices operativas antes del pico navideño.
Para los trabajadores transfronterizos y operadores logísticos, la decisión implica al menos seis meses más de posibles controles aleatorios, colas más largas y mayores costos de cumplimiento. Los transportistas de mercancías en los corredores muy transitados A1 Lille–Bruselas y A35 Estrasburgo–Basilea deben anticipar retrasos, especialmente en las horas punta de transporte de carga. El tráfico de vehículos particulares también podría enfrentar un escrutinio más intenso en torno a eventos importantes como la Semana Santa y el Festival Olímpico Juvenil París 2026.
Los gestores de viajes de negocios deben actualizar los itinerarios para incluir tiempo adicional en las fronteras terrestres y considerar posibles inspecciones de identidad en vuelos nacionales que pasen por zonas externalizadas de Schengen, como Córcega. Las empresas con trabajadores desplazados deben recordar al personal llevar tanto el pasaporte como el certificado A1 cuando crucen fronteras en viajes de un día.
En el plano político, París camina sobre una línea delicada. La Comisión Europea ha advertido a los estados miembros contra el “excepcionalismo permanente”; sin embargo, otros países —Alemania, Austria, Dinamarca— mantienen controles similares. Los analistas señalan que la extensión de seis meses en Francia coincide con el despliegue de su nuevo Sistema de Entrada/Salida (EES), lo que permite a las autoridades probar quioscos biométricos mientras mantienen un respaldo manual en los puntos de control.
Los grupos industriales, liderados por la Asociación Europea de Transportistas por Carretera, están presionando para la creación de “carriles verdes” exclusivos para camiones y servicios de autocares, con el fin de mitigar el impacto económico. Aún no se han confirmado estas exenciones, pero el ministerio del interior asegura que “buscará minimizar las interrupciones al mercado único”, insinuando directrices operativas antes del pico navideño.










