
A última hora del 3 de noviembre de 2025, el Ministerio del Interior de Francia confirmó que los controles fronterizos internos —reintroducidos en 2024— se mantendrán al menos hasta el 30 de abril de 2026. El decreto abarca todas las fronteras terrestres, marítimas y aéreas con Bélgica, Alemania, Luxemburgo, Suiza, España e Italia. París justifica la medida por una amenaza terrorista elevada, redes de crimen organizado y migración irregular.
Para los transitarios y flotas corporativas, el eje franco-alemán es la principal preocupación. El ministerio asegura que “minimizará las interrupciones comerciales”, pero los operadores ya reportan tiempos de espera de 30 a 45 minutos en los corredores A35 y A4, además de cierres nocturnos ocasionales en pasos menores de las regiones del Sarre y Alto Rin. El tráfico de pasajeros enfrenta controles aleatorios de identidad; los titulares de pasaportes diplomáticos y de servicio deben usar ahora carriles designados.
Las empresas alemanas con cadenas de suministro just-in-time —especialmente las plantas automotrices en Baden-Württemberg y Sarre— deberían revisar sus stocks de reserva y horarios de conductores. Los departamentos de recursos humanos deben informar a los empleados que portar DNI o pasaporte es obligatorio nuevamente, incluso en desplazamientos rutinarios transfronterizos.
La respuesta de Berlín fue comedida: un portavoz del Ministerio del Interior calificó la extensión como “lamentable pero legalmente permisible bajo el Artículo 25 del Código Schengen”. Sin embargo, las asociaciones empresariales instaron a ambas capitales a publicar datos semanales de rendimiento para que las compañías puedan planificar.
Para los transitarios y flotas corporativas, el eje franco-alemán es la principal preocupación. El ministerio asegura que “minimizará las interrupciones comerciales”, pero los operadores ya reportan tiempos de espera de 30 a 45 minutos en los corredores A35 y A4, además de cierres nocturnos ocasionales en pasos menores de las regiones del Sarre y Alto Rin. El tráfico de pasajeros enfrenta controles aleatorios de identidad; los titulares de pasaportes diplomáticos y de servicio deben usar ahora carriles designados.
Las empresas alemanas con cadenas de suministro just-in-time —especialmente las plantas automotrices en Baden-Württemberg y Sarre— deberían revisar sus stocks de reserva y horarios de conductores. Los departamentos de recursos humanos deben informar a los empleados que portar DNI o pasaporte es obligatorio nuevamente, incluso en desplazamientos rutinarios transfronterizos.
La respuesta de Berlín fue comedida: un portavoz del Ministerio del Interior calificó la extensión como “lamentable pero legalmente permisible bajo el Artículo 25 del Código Schengen”. Sin embargo, las asociaciones empresariales instaron a ambas capitales a publicar datos semanales de rendimiento para que las compañías puedan planificar.












