
El Comité de Comercio Internacional (INTA) del Parlamento Europeo celebró una sesión en Bruselas el 3 de noviembre centrada en la propuesta de Asociación de Comercio e Inversión Limpia (CTIP) con Sudáfrica y las cláusulas de salvaguardia para las importaciones agrícolas en el marco de los acuerdos UE-Mercosur. Aunque el enfoque principal es comercial, la agenda tiene implicaciones en movilidad: CTIP contempla carriles rápidos para visados de negocios y el reconocimiento mutuo de cualificaciones profesionales para ingenieros en energías renovables y especialistas en servicios mineros.
Los exportadores belgas, especialmente las pymes de acabado de diamantes de Amberes y las consultoras de energías renovables con sede en Bruselas, podrían beneficiarse de un despliegue más ágil de personal en proyectos en Sudáfrica. Los ponentes de INTA instaron a la Comisión a garantizar que los capítulos de movilidad incluyan estancias recíprocas sin visado de 90 días para trabajos relacionados con proyectos, siguiendo el modelo del CETA con Canadá.
La reunión también analizó el mecanismo provisional de salvaguardia UE-Mercosur, bajo el cual los inspectores agroalimentarios belgas gestionarían un aumento en los controles de origen si se dispara la importación de aves sudamericanas. La Asociación de Cámaras Europeas (Eurochambres) trasladó a los eurodiputados que procesos previsibles de visados son “tan cruciales como la reducción de aranceles” para las pymes que se expanden internacionalmente.
Los próximos pasos incluyen negociaciones trilaterales en diciembre; si los capítulos de movilidad se mantienen, las empresas belgas podrían tener que actualizar sus directrices para asignaciones globales y la cobertura de seguros de salud para Sudáfrica antes de mediados de 2026.
Los exportadores belgas, especialmente las pymes de acabado de diamantes de Amberes y las consultoras de energías renovables con sede en Bruselas, podrían beneficiarse de un despliegue más ágil de personal en proyectos en Sudáfrica. Los ponentes de INTA instaron a la Comisión a garantizar que los capítulos de movilidad incluyan estancias recíprocas sin visado de 90 días para trabajos relacionados con proyectos, siguiendo el modelo del CETA con Canadá.
La reunión también analizó el mecanismo provisional de salvaguardia UE-Mercosur, bajo el cual los inspectores agroalimentarios belgas gestionarían un aumento en los controles de origen si se dispara la importación de aves sudamericanas. La Asociación de Cámaras Europeas (Eurochambres) trasladó a los eurodiputados que procesos previsibles de visados son “tan cruciales como la reducción de aranceles” para las pymes que se expanden internacionalmente.
Los próximos pasos incluyen negociaciones trilaterales en diciembre; si los capítulos de movilidad se mantienen, las empresas belgas podrían tener que actualizar sus directrices para asignaciones globales y la cobertura de seguros de salud para Sudáfrica antes de mediados de 2026.











